Shifting World

La mecánica del juego es una ingeniosa mezcla de plataformas y puzles. En esencia, se trata de controlar a nuestro personaje por medio de la clásica vista en scroll lateral y avanzar y sortear todo tipo de obstáculos en busca de la puerta que da por concluida la sala y, por ende, el nivel. Pero, obviamente, no se limita a eso. La novedad, y el pilar que sustenta su jugabilidad reside en la posibilidad de cambiar el mundo en el que nos encontramos con tan solo pulsar un botón, L o R, un botón que hará que todo a nuestro alrededor gire y se transforme por completo.

¿Nos encontramos ante un escalón demasiado alto? Cambiando de dimensión (por llamar de algún modo al proceso) dicho escalón será un surco en el suelo, y, en el caso de que fuera un surco o desnivel, será un escalón. Los lugares sin suelo lo tendrán y los que lo tenían dejarán de hacerlo. La verdad es que ni aún así estamos seguro de definir bien el concepto, ya que ni siquiera sabemos si lo hemos comprendido. No seréis pocos los que, como nosotros, estéis 5 minutos seguidos probando el cambio de dimensión y buscando una explicación y una definición lógica... y serán menos aún los que obtengan éxito en su empresa.

De ese modo tendremos un total de 8 mundos a cada cual más complicado y aproximadamente 60 pruebas en forma de habitaciones cuyo desarrollo es siempre el mismo: llegar a la puerta que concluye el nivel tras haber recolectado un número determinado de llaves que nos permitan acceder a la misma. Sobra decir que existen cambios y variaciones que van aplicándose a dicho desarrollo, pero que nosotros, que completamos solo el primer mundo, no pudimos verlos. Eso sí, existirán, y tendremos que hacer frente a, por ejemplo, teletransportadores, explosivos e incluso a gravedad cero.