Análisis Shantae

Un poco de historia

Corría el año 2002, y la Game Boy Color ya había dado paso a su sucesora, la Game Boy Advance, un año atrás. Shantae había sido desarrollado por WayForward Technologies, compañía muy conocida hoy en día por hacer pura magia a base de píxeles, siendo unos auténticos veteranos cuando se trata de hacer maravillas 2D. Cabe destacar que por aquel entonces WayForward era una empresa muy poco conocida, y por tanto el desarrollo del juego no tuvo tanto bombo como otros que ya se estaban perfilando para la nueva GBA.

Esto supuso un problema para Shantae, debido a que le pilló el toro. El desarrollo del juego terminó demasiado tarde, en una época en la que GBA estaba empezando a dar sus primeros coletazos (pegando bastante fuerte, de hecho.) A esas alturas del partido casi nadie pensaba ya en GBC, y dado que muchos daban a la consola por muerta, el juego no generó demasiado interés. Todo apuntaba a una cancelación del lanzamiento.

Carátula americana de Shantae

Sin embargo, y en el último momento, llegó una compañía dispuesta a salvar al proyecto del anonimato. Hablamos nada menos que de Capcom, quien vio potencial en el juego y decidió apostar por él, cediendo así a hacer de distribuidora para poder por fin lanzarlo a las tiendas. No sobra decir que es irónico cuanto menos que sea gracias a Capcom que hoy en día podamos disfrutar de nuevos títulos de Shantae, haciendo posible esta primera incursión y dándole la merecida oportunidad de darse a conocer como está mandado.

Lo malo es que pese a que Capcom rescató a Shantae de caer en el olvido, el juego no llegó a ver la luz ni en Japón ni en Europa, siendo así una exclusiva de América que no podríamos catar a no ser que lo importásemos. De otro modo sería imposible jugarlo... Hasta hoy. Pues recientemente se ha lanzado una versión digital del título para que todos los usuarios podamos disfrutarlo en 3DS. Sabiendo esto, es hora de entrar en materia.