Análisis Sacred Citadel

Por otro lado, la variedad de enemigos se estanca alrededor del tercer acto. De ahí en adelante, la variedad de enemigos es dada solo por el cambio de color de piel de algunos de ellos. No es nada malo, considerando el género que es, pero llama la atención que durante los primeros actos nos muestran por segmento nuevos e interesantes enemigos y de pronto dejan de llegar.

Otro punto bajo del juego es que no importa con que personaje terminemos, todos hacen lo mismo. Las animaciones cambian, incluso las ejecuciones cambian, pero el efecto es siempre el mismo. No varia la bola de fuego de una flecha, pues entre los ítems puedes incluso equiparte una flecha incendiaria. Es un detalle interesante el de variar los elementos de ataque de cada arma, pero que al no estar mejor profundizado termina por dejar a nuestros personajes como meros avatares.

La música del juego es otro punto bajo pues no solo se siente inverosímil al universo que el juego pretende, sino que también se vuelve repetitiva y tediosa. Por un lado, tenemos en el menú principal un instrumental medieval que de pronto se ve invadido por toques de dubstep que no suman a la música. Por otro lado, la música en juego se vuelve cansadora con sonidos midi mezclado con tecno y toques instrumentales que suenan sin parar. La música de este juego no es buena y no aporta nada al juego, sino que es más lo que interrumpe que lo que aporta a la acción.

Pero basta de los puntos negativos. Hay que sacar lo malo primero para hablar de lo bueno. Y este juego hace cosas buenas también. Jugablemente, con dos compañeros, es una fiesta y deja en claro por que los beat’em up son juegos que se pasan mejor con amigos.  Sobretodo el caos que presenta cuando los enemigos y cajas comienzan a largar armas e ítems y esta la eterna lucha sobre quien toma la vida, quien el poder o quien el arma. Son detalles pequeños que hacen la experiencia mucho más amena. Un detalle que no es pequeño son los vehículos o criaturas que podremos montar. Quizás lo malo de esto es que es algo que pasara una o dos veces por acto y nada más. Pero añade cierta libertad y respiro a la hora de combatir hordas de enemigos.

Gráficamente, la presentación del juego es excelente. Con un toque de cell shading, los personajes principales son muy vistosos pero más aún los detallados enemigos que, con un estilo de caricatura, el diseño de estos deja bien en claro que clase de enemigos son y que habilidad poseen. Esto es un punto de agradecer por que agrega un toque de estrategia sobre que enemigo eliminar primero. A su vez el diseño sonoro es muy llamativo, y cada ataque y habilidad especial están bien diferenciados. Sin contar también que las criaturas tienen un sonido característico y gracias a esto podremos diferenciar que clase de enemigo llega fuera de pantalla.