Análisis Rhythm Thief y el Misterio del Emperador

Ritmo y aventura a partes iguales

Si a la hora de describir Rhythm Thief y el Misterio del Emperador tuviese que compararlo con algún juego, ese sería Professor Layton. Poneos en situación: simplemente imaginaos una aventura gráfica como la mencionada, pero sustituyendo los puzzles por minijuegos rítmicos al más puro estilo Rhythm Paradise, y os dará como resultado este peculiar Rhythm Thief.

Si bien cabe destacar que el título que nos ocupa no resulta tan “completo” (por decirlo de alguna manera), ni tan elaborado como lo es la saga de aventuras de Level-5, lo cierto es que tiene un estilo propio y un encanto que bien merece ser probado por uno mismo.

El escenario del juego será la mismísima ciudad de París, representada (de forma muy fiel, dicho sea de paso) mediante un mapa en la pantalla superior de la consola, a través del cual nos moveremos de un lugar a otro usando la cruceta de control o el circle pad. Mientras tanto, en la pantalla táctil se mostrará el escenario en cuestión, en el cual se desarrolla la aventura. En ella examinaremos objetos o hablaremos con personas simplemente pinchando sobre ellos, tal cual los juegos de Layton. De este modo recopilaremos información, pistas, etc.

Por otro lado es digno de mención que los mapas estarán plagados de secretos. Si pinchamos en partes concretas de la pantalla podremos encontrar cofres-regalo en los cuales hallaremos discos de sonido para completar nuestra galería musical, o simplemente medallas que utilizaremos a modo de moneda para comprar todo tipo de cosas en la tienda, desde los vídeos anime en 3D que relatarán la historia en los momentos importantes, hasta minijuegos rítmicos extra que no se pueden conseguir de otra forma en el transcurso de la aventura, pasando incluso por nuevos modos de juego y alguna que otra cosilla que no voy a desvelar.

Otra buena forma de conseguir medallas para comprar en la tienda es superando los diversos minijuegos rítmicos que componen la aventura (la verdadera esencia del cartucho). Son unas 50 pruebas en total, y al ser superadas se nos recompensará con un número concreto de medallas. Sin embargo, no todos los minijuegos formarán parte de la historia. Habrá algunos ocultos que tendremos que desbloquear explorando bien los escenarios, hablando con todos los personajes o bien comprándolos en la tienda.

Sobre los minijuegos en sí, decir que los hay de todo tipo, que son divertidísimos a más no poder, rejugables y sobre todo variados. Algunos repiten fórmula, normalmente para aumentar la dificulad de su versión anterior, entre otros pequeños detalles. En todos ellos predomina un sentido más que cualquier otro: el del ritmo. Como bien dije más arriba serán de lo más variado, yendo desde minijuegos de baile donde tendremos que imitar movimientos trazando una línea en la pantalla táctil en x dirección, hasta pruebas donde tendremos que derrotar enemigos pulsando el botón al son de la música.