[Replay-Import] ExciteBots: Trick Racing

22/06/2011 22:00

El juego sólo ha visto la luz en América.

Pocos son los representantes de calidad en el género de velocidad que podemos encontrar en Wii, una tónica que desafortunadamente se viene repitiendo en las últimas sobremesas de Nintendo. Un género que parecía idóneo para verse adaptado de forma sencilla por las posibilidades de control de la consola tal y como vimos en sus primeros meses de vida con ExiteTruck, un divertidísimo título que hacía pensar en un panorama distinto al vivido.

A punto de presentarse la nueva plataforma de la compañía pocos son los títulos, además del juego de Monster Games, que permanecerán en el recuerdo de los jugadores y por si la sequía no fuese suficiente la propia Nintendo decidió que su “secuela” directa no viese la luz fuera de territorio americano. El plan de lanzamientos en Wii no parece ser el más coherente hasta fecha, a saber: Fatal Frame IV, Zangeki no Reginleiv, Disaster y otros muchos que han sido afectados de algún modo en su lazamiento mundial, relegándolos a diferentes grupos de usuarios.

Ahora, con cierta perspectiva sobre el tema es el momento idóneo para saber si todos esos títulos merecen nuestro esfuerzo económico para ser importados y disfrutar de ellos o por el contrario olvidarnos de ellos dada su escasa calidad.

historia

El prefijo Excite corresponde a una de las más veteranas series de Nintendo, cuyo primer representante lo disfrutamos en NES con el memorable ExciteBike. No fue hasta Nintendo 64 cuando Left Field se atrevió con uno de los mejores y últimos lanzamientos para la secuela del original para después olvidar las motos con el mencionado ExciteTruck.

La "precuela" de ExciteBots.

Velocidad y saltos estratosféricos han sido sus señas de identidad, prevaleciendo el espectáculo por encima de todo, volviéndose mucho más arcade en Wii donde precisamente ExciteBots ofrece un nivel superior.

graficos

Hace ya dos años desde su lanzamiento americano pero el juego de Monster Games ha sabido envejecer adecuadamente ofreciendo un espectacular apartado visual. El realismo visto en ExciteTruck da paso a un mundo más colorido y cartoon pero conservando la inmensidad de los circuitos a pesar de encontrar algunas texturas a mejorar que no consiguen estropear la sensación global.

Los circuitos son de un tamaño considerable.

Pero la parte negativa viene con la propuesta de los vehículos que tenemos que manejar ofreciendo un diseño francamente discutible hasta el punto de resultar ridículo en más de una ocasión. Ni motos, ni camionetas esta vez el turno es para una especie de fusión entre animales y tecnocolgía que dan como resultado unos “coches” capaces de inverosímiles acciones.

Esto ya lo he visto antes

Destellos de Sol cegadores, aguas reflectantes y una sensación de velocidad que parece directamente extraída del mismo F-Zero son los herederos directos del anterior título del estudio, sin ningún tipo de mejora varios años después a pesar de resultar francamente resultones. A pesar de no aportar ninguna mejora sustancial pocos juegos de velocidad lucen tan bien en la blanca de Nintendo y es que trabajo de Monster Games ya fue notable en su día y lo continúa siendo.

No sólo los efectos visuales son reciclados, también las ambientaciones por las que corremos son reutilizadas aportando pocas novedades gráficas a este ExciteBots como mencionaremos más adelante.

sonido

El poder reproducir tus propias canciones desde una tarjeta SD mientras jugábamos fue una de las apuestas para Wii y dotar de un nivel de personalización que había funcionado en otras plataformas y ExciteTruck fue el encargado de abrir el camino…y prácticamente también de cerrarlo.

El diseño de los vehículos influye a todo el título.

Endless Ocean y algún que otro título se aprovechó de dicha opción y cuando todo el mundo esperaba que se continuase el legado…¡puf! Se desvaneció. Y no sería una opción que echásemos en falta si no fuera porque la banda sonora del título es realmente lamentable.

La música de los polígonos

Electrónica y machacona, al contrario de lo que pudiera parecer en ningún momento llegar a encajar con la acción que transmiten las carreras llegando incluso a desmotivar al jugador causando cansancio. Antes mencionábamos el ridículo que ofrecían los vehículos en ocasiones y la música sufre del mismo aspecto con algunos “instrumentos” que producen más risa que ambiente.

Por suerte los efectos de sonidos resultan lo suficientemente contundes como para meter de lleno al jugador en la acción, como no podía ser de otro modo exportados directamente del título original.

jugabilidad

¿Recordais ExiciteTruck y su mecánica? Pues partiendo de esa misma base ExciteBots lo recupera y potencia con una filosofía todavía más salvaje y…loca. Pero primero de todo hagamos memoria por si algún despistado no probó el título en su día. La filosofía del juego va mucho más allá de un arcade frenético donde quedar primero a costa de todo es lo más importante, aquí lo fundamental es conseguir un determinado número de estrellas en cada circuito.

Conseguir estrellas es el pilar del juego.

Dichas estrellas las conseguimos al impactar con fuerza sobre los rivales o coger un buen impulso en los salientes para salir por los aires donde podremos realizar giros de 360ª o atravesar anillos para finalmente aterrizar en el suelo, donde si todo sale bien obtendremos un impulso extra. Cada una de estas acciones, y otras más, nos recompensarán con estrellas, de una hasta cinco, sumándose al final de la carrera para obtener un rango final dependiendo del número de ellas.

Con el mando de Wii en horizontal entre las manos, resulta uno de los productos donde el control por movimientos se ha integrado forma más acertada a lo largo del ciclo vital de la máquina, olvidándonos por completo del control clásico con en el que hemos jugado siempre.

Cuando el surrealismo se apodera de todo

Es innegable la sobrecogedora base jugable con la que se partía, por lo que Monster Games ha optado por intentar aportar sutiles cambios pero conservándola del mejor modo posible. Pero a pesar de ello es bastante probable que no convenza a los usuarios, una jugabilidad que viene originada por sus característicos vehículos.

Jugaremos al fútbol, rugby y otros deportes.

No hemos comentado un elemento característico del original ExciteTruck: los escenarios se transformaban si tocábamos el item adecuado adaptándose el terreno para realizar nuevos saltos, derrapes y otros varios sucesos. Dichos eventos continúan en esta secuela pero desafortunadamente no resultan tan sorprendentes como lo fueron en su día, causado en parte por las mil locuras que nos ocurrirán.

Golpear un balón de fútbol para marcar gol en una portería gigantesca, lanzar una trata a una cabeza de payaso gigante o convertirnos, cual transformer, en una versión humanizada de nuestro vehículo-animal caminando a toda velocidad por los circuitos. Todo esto sin un momento de respiro y recompensado con las ya mentadas estrellas para obtener el rango más alto al finalizar la carrera.

Lo que parecía un cambio estético va más allá afectando a una jugabilidad mucho más rica y arcade que lejos de se mala, si que alejará a más de uno por su tan surrealista propuesta.

duracion

Lo que alejó a ExciteTruck de ser un título prácticamente inmortal fue la ausencia de modo online y su algo reducido contenido y es precisamente ahí donde ahora encontramos justamente lo que buscábamos…¿o no?

El modo online funciona a las mil maravillas sin lag aparente, con una fluidez propia de Mario Kart Wii. El principal problema es que las ventas del título no fueron demasiado elevadas por lo que encontrar rivales puede ser una odisea, pero por suerte las puntuaciones obtenidas en las pruebas individuales las podemos compartir e incluso retar a un amigo a superarlas enviándoselo como desafío de forma ágil tras la carrera.

Modo Online o local, el multijugador ha mejorado.

Más allá de las clásicas carreras y un modo perdido tenemos una variante con cartas de póker repartidas a lo largo del circuito donde intentaremos hacer parejas lanzándonos a por la carta conveniente, descartando incluso las menos provechosas. Un extra simpático pero que no llega a aportar nada realmente diferente y que por si no nos convence podemos ir directamente a las sección de minijuegos protagonizados por todas aquellas locuras que hacemos en las carreras (fútbol, lanzar tartas…) idóneos para superar marcas.

¿Y los circuitos? Bien, durante todo el análisis hemos mencionado todos los elementos extraídos del título original…y los circuitos son uno de ellos. De forma incomprensible la gran mayoría de ellos ya los hemos recorrido, con sus saltos, deformaciones de terreno y demás sucesos perdiendo frescura dando al jugador la sensación, esta vez real, de haberlo jugado antes. No todos son repetidos, pero sí una cantidad excesiva de ellos otorgando una variedad prácticamente nula en lo que a ambientación se refiere.

Pero para los que no lo han jugado tenemos más de 25 circuitos, divididos por categorías, muchos vehículos a desbloquear, colores y dioramas (todo ello se obtiene con las estrellas que conseguimos en las carreras) además de unos logros y su multijugador local para dos jugadores que alargan lo que buscábamos en Excite Truck pero no de la forma que pretendíamos.

conclusion

ExciteBots es innegablemente bueno por la gran base creada para su predecesor, resultando mejor a nivel general que aquel. Desafortunadamente las decisiones tomadas principalmente en el diseño de vehículos y las consecuentes variaciones jugables le alejarán de los jugadores debido al surrealismo constante que encontramos.

Espectacular y ridículo al mismo tiempo.

Si obvias esto, encontrarás un arcade rápido hasta decir basta y frenético como pocos donde siempre haya vida más allá de simplemente correr, eso sí, acompañado por una banda sonora muy floja que no consigue acompañar a la acción. Si disfrutaste de ExciteTruck aquí encontrarás la fórmula potenciada siempre que tengas en cuenta la nula novedad de circuitos y ambientaciones.

Pero más allá de todo ExciteBots es uno de los mejores candidatos del género en Wii, aunque tampoco sea un gran halago dado la competencia.