Pre-Análisis Remember Me

Dentro del sector de los videojuegos es conocida por muchos la reticencia de las grandes compañías a lanzar nuevas IP a final de generación; nuevas franquicias que tienen que hacerse un hueco entre sagas consolidadas, trilogías que han nacido y se han desarrollado a la par que una consola. A priori es más deseable arriesgarse aprovechando la salida al mercado de nuevas plataformas, cuando se genera un clima de cambio y novedad que puede abonar el terreno para que los jugadores se vean atraídos por nuevas historias, nuevos universos.

'Remember Me' es la magnífica excepción a la regla. Es el arriesgado primer proyecto de un estudio francés nuevo y desconocido hasta ahora, Dontnod, en el que Capcom ha decidido confiar. La historia de la concepción del juego estuvo ligada a Sony, que se encontraba al frente del apoyo financiero hasta que decidió cancelar el desarrollo, que en ese momento tenía otro nombre. Los desarrolladores de Dontnod no cejaron en su empeño por ver su proyecto seguir adelante y lograron que Capcom se interesara y entrara a participar en él.

Puede tratarse de uno de los últimos votos de confianza de la editora japonesa en los estudios occidentales, aventuras que según reflejan sus resultados fiscales de hace pocos días, no han sido muy fructuosas entre cancelaciones, no cumplir las expectativas y las bajas ventas. 'Remember Me' y 'Lost Planet 3' son los últimos retales de una época de colaboraciones externas de Capcom, que ahora se verán reducidas para priorizar los desarrollos internos.

El sistema de combate será totalmente personalizable.

Una sociedad maniatada por la tecnología

En 'Remember Me', que tiene lugar en el año 2084, nos encontramos en una sociedad en la que la tecnología ha conseguido digitalizar los recuerdos de las personas, que constituyen quienes son a partir de lo que ven, lo que oyen y lo que sienten. Mediante Sensen, un implante cerebral, los humanos pueden digitalizar sus recuerdos y compartirlos en tiempo real con los demás. 

Todo tiene lugar en un Neo-París en el que la memoria de las personas se ha convertido en un ente de poder que define quién está en lo alto de la pirámide y quién la sostiene en la sociedad. La libertad de la población está totalmente condicionada por la alta tecnología. En medio de todo esto se encuentra una gran corporación, Memorize, la responsable de esta novedosa tecnología, encargada de almacenar estos recuerdos y que ostenta un gran poder de control sobre las personas, ya que alberga el 99% de la información más confidencial y comprometedora de los individuos. Aunque las personas son totalmente conscientes del yugo al que están sometidos por Memorize, dedicen someterse para poder disfrutar de los placeres de poder compartir sus recuerdos con los demás.