Análisis Project Zero 2: Wii Edition

JUGABILIDAD

Aquí es donde radica el mayor cambio que ha sufrido Project Zero II. Todos aquellos que jugásteis allá por el 2004 a la versión de PS2 o Xbox, recordáis que la vista de la cámara se situaba en un plano cenital, es decir, por encima de nuestro personaje, bien, pues en este remake dejamos de lado esa cámara para pasar a una que se sitúa exactamente por detrás de nosotros, a la altura del hombro, exacto, como en Resident Evil 4, lo conseguido con la elección de esta cámara es que nos sintamos un poco más atrapados en los angostos pasillos de las casas y para que perdamos la visibilidad de algunas zonas que sí podíamos ver con la vista cenital, así seremos más vulnerables a los sustos y sorpresas y conseguirá que los combates contra los fantasmas sean un poco más dificultosos.

Bien, cuando dispongamos de nuestra cámara obscura para poder caza a los fantasmas y de paso para defendernos de sus ataques, pasaremos a una vista en primera persona al presionar el Gatillo B, con el mando de Wii apuntaremos (aunque con ciertas restricciones que luego detallaremos), con Z fijaremos el objetivo para así encuadrar mejor y con A sacaremos la foto, que hará más daño cuanto más se cargue la aureola del objetivo.

La cámara dispondrá de varias mejoras como añadidos que nos serán muy útiles en las diferentes situaciones en las que nos veremos metidos, además de nuevos objetivos (lentes) para mejorar las prestaciones de la cámara como la potencia o la velocidad de recarga. Este curioso artefacto fotográfico contará con diferentes niveles de mejora para cada una de sus diferentes cualidades (alcance, capacidad, sensibilidad y puntos espirituales) que subiremos con los puntos que recibamos al derrotar a los espectros, lógicamente, cuanto mejor se haga, con más puntos seremos recompensados.