Pro Evolution Soccer 2015

La recreación del campo como presentación del partido impresiona gracias al Fox Engine

PES va a lo seguro pensando en el futuro

Está claro; Konami y PES Team han tirado la toalla en la anterior generación. Tras unos años ofreciendo un producto que no solo partía de unas entregas horribles, sino que incluso cada nueva iteración añadía nuevos fallos, parece ser que ya no queda esperanza para los usuarios de Xbox 360 y PlayStation 3. No solo no va a coger ni se va a acercar a 'FIFA', sino que se va a despedir de la generación sin ofrecer una experiencia de juego que pueda mezclar de forma correcta espectáculo, diversión a los mandos y profundidad, con modos de juego realmente importantes.

¿Pero y en la nueva generación? Las cosas cambian cuando nos ponemos frente a las nuevas máquinas, aunque se nota que queda un largo camino por delante. Desde el momento en que se nos presenta el estadio, con ese público simulado en 3D y con un aspecto francamente cuidado, nos percatamos que el uso del motor gráfico Fox Engine está comenzando a dar sus frutos. Los modelados están muy conseguidos, así como la mayoría de caras, aunque conociendo los precedentes posiblemente los futbolistas menos famosos no estén a la altura. Se han mejorado las animaciones, consiguiendo unos movimientos menos robóticos que en las últimas entregas, y todo es mucho más fluido durante el juego.

Festival de goles

Pero más allá de lo técnico, y de las incursiones en tema de movimientos y animaciones, realmente nos encontramos con los mismos problemas jugables de siempre. Bueno, problemas para unos, virtudes para otros. Un serie de elementos que convierten los partidos en una locura y, generalmente, un festival de goles. Casi todos los pases en profundidad logran su destino, y casi todos los chutes cerca o dentro del área cogen puerta con una precisión de escándalo. Por suerte, aspectos como la defensa o la conducción del balón se han mejorado para lograr mayor realismo, aunque realmente no cambiará mucho nuestra sensación a los mandos con respecto a la edición del año pasado o incluso de las de pasada generación.

En definitiva, y siempre guiándonos por esta demostración, parece ser que el producto de este año en la saga 'Pro Evolution Soccer' va a seguir sin entrar en la pugna por ser el mejor juego de fútbol. Sigue teniendo sus bases, gran parte de sus errores, y obviamente seguirá divirtiendo a algunos, pero las diferencias con 'FIFA' son notables incluso en la versión de prueba. A pesar de ello, se empiezan a tejer unos mimbres para que las cosas mejoren en esta generación, todo basado especialmente en el Fox Engine. Es, como mínimo, esperanzador, pero de momento insuficiente para este año. De todos modos, esperaremos a la versión final para sacar auténticas y válidas conclusiones.

Sorprende la poca información ofrecida del juego a falta de pocos días para su salida