Los delirios de Von Sottendorff y su mente cuadriculada

Loco de atar

En lo nuevo de Delirium nos ponemos en la piel de Von Sottendorff, un barón que está como una verdadera cabra, sus gestos, su sombrero de papel y su trompeta que siempre tiene lista le delatan. El juego no nos dice mucho en un principio sobre qué le ha ocurrido a este personaje, tendremos que descubrirlo, para ello toca explorar su imponente mansión, donde ocurren sucesos realmente extraños, y es que realmente no estamos en una mansión, sino en la mente excéntrica de este aristócrata.

El título nos introduce gradualmente en los controles del juego; los pequeños tutoriales son de lo más entretenidos gracias sobre todo a un narrador que en perfecto castellano nos irá explicando cada movimiento de una forma muy divertida. Es curioso cómo utiliza la psicología inversa con el demente protagonista con frases como “No se te ocurra tocar interruptores, pasarán cosas nuevas y queremos que todo siga como está”; cuanto más nos lo dice, más ganas tenemos de ir y probar.

Otro aspecto que nos ha encantado es el sonido holofónico o tridimensional, las voces y algunos efectos musicales se harán notar mucho más gracias a estos efectos, por lo que os recomiendo jugar desde el principio con unos buenos auriculares. Y es que además de este detalle encontraremos muchas composiciones que merecen ser disfrutadas al máximo; no obstante la violinista Nerea Alberdi ha sido una de las responsables de su banda sonora.

Un juego técnicamente sólido

Gráficamente pocos dirían que estamos ante un desarrollo independiente, ya que cada una de las habitaciones de la mansión ha sido creada con un gran nivel de detalle. Encontraremos todo tipo de cuadros, camas de noble, jarrones, armaduras que nos darán algún que otro susto.... Al movernos por diferentes habitaciones estamos ante un espacio perfecto para el efecto estereoscópico de Nintendo 3DS; visualmente en ocasiones nos recordará a ‘Luigi’s Mansion 2’, que también se beneficiaba de esta profundidad. Podremos mover la cámara para buscar en las habitaciones, y resulta muy satisfactorio percibir los coleccionables en esos entornos tridimensionales.

Además se nota el mimo que los programadores han puesto en cada rincón de la mansión. Si nos subimos a las teclas de un piano lo escucharemos como tal, si pasamos demasiado cerca de una estatua la oiremos girar mientras se mueve peligrosamente, los efectos de sonido contribuyen enormemente a crear un entorno sólido. Gradualmente iremos descubriendo nuevos movimientos, como tocar la trompeta para resaltar objetos, o tirarnos por trampillas para conseguir un objeto que parecía inalcanzable.

El concepto de juego es innovador; podemos mover las diferentes habitaciones de cada desafío como si de un puzzle se tratase, debemos estudiar las puertas que tiene cada una, o incluso si hay algún objeto colocado de una forma sospechosa desde la vista de puzle en la que podemos moverlas. Hay otras dos perspectivas, una general de la habitación, con la que podremos mover al barón libremente, y otra de detalle, ideal para cuando tenemos que calcular un salto o buscar con más detalle en esa habitación; también será aquí cuando disfrutaremos del mejor detalle gráfico del juego.

Combinando géneros

La combinación de puzles y plataformas es fantástica. Mientras nos movemos por una habitación, que puede tener diferentes alturas, plataformas móviles o incluso enemigos, debemos pensar qué habitación debemos colocar al lado para poder seguir avanzando y alcanzar nuestros objetivos: una llave que nos abre la puerta al siguiente desafío y una pieza de puzle que usaremos para componer fotos que nos devolverán recuerdos (pese a que el narrador nos anima a no recordar nada, ya que los recuerdos pueden ser malos). Además tenemos unos pequeños coleccionables que podremos canjear por ilustraciones o canciones en la sección de extras.

Con todo ello, el desafío no será sólo abrir la puerta de salida y pasar a la siguiente ronda, sino que se fomenta la rejugabilidad para desbloquear todos los extras a través de los coleccionables, e incluso una vez recogidos podemos desafiarnos a hacerlo en un tiempo menor. Según los datos que tenemos, el juego tiene 8 mundos y 40 desafíos diferentes, con 200 habitaciones diferentes y 18 tipos de enemigos, mucho que descubrir para ser un juego descargable.

Tras nuestros primeros compases de juego, las sensaciones que nos deja ‘Los Delirios de Von Sottendorff y su Mente Cuadriculada’ son muy positivas. Estamos ansiosos por seguir avanzando (lo que significa que engancha) y descubrir hasta dónde llegan los desafíos y las locuras de este simpático personaje que se ha perdido en su mente delirante. No os perdáis la próxima review de lo último de Delirium Studios, donde os lo contaremos todo.