Presentación 'Sorcery'

El presidente de 'The Workshop' ha viajado a Madrid para mostrar en primera persona el control

Para el estudio era muy importante que el avatar -Finn- tuviera una respuesta 1-1 en pantalla a los movimientos de nuestra mano. Como podemos ver en el monitor, el juego reproduce fielmente los movimientos de Akemann con Move.

También es de destacar que no hace falta apuntar a la pantalla para llevar a cabo ciertas acciones; podremos lanzar hechizos con efecto para eliminar enemigos detrás de columnas y el sistema seguirá reconociendo nuestro movimiento con precisión. Para que no se pierda la sencillez y rapidez del control, se ha optado por que el jugador pueda seleccionar los hechizos mediante gestos y no con combinaciones de botones, lo que hará todo más intuitivo a la hora de luchar.

Se ha querido dotar al juego de un importante elemento explorador. A medida que se vaya avanzando en la historia, se abrirán ante nosotros diferentes rutas y caminos que premiarán a los más curiosos y atrevidos.

Otro apartado a destacar explicado por Akemann ha sido la alquimia. No se trata de otra cosa que la posibilidad de hacer nuestras propias mezclas de ingredientes para conseguir diferentes pociones. Desde brebajes para recuperar salud, a pociones que nos convertirán en ratón para poder colarnos por pequeños huecos. Para ello deberemos de mezclar, agitar y verter los ingredientes utilizando nuestro control de Move, algo muy divertido.

Sorcery podrá adaptarse a todo tipo de jugadores gracias a sus diferentes grados de dificultad, que transforman un alegre paseo lanzando hechizos con nuestra varita, a una auténtica pesadilla rodeados de monstruos que acabarán con nosotros en un sólo golpe.

Deberemos vencer a enormes enemigos finales que pondrán a prueba nuestro ingenio

Tras la exposición de Peter Akemann, se ha encargado de concluir la presentación Ángel Fernández, recordándonos que Sorcery estará en las tiendas el próximo 24 de mayo y dando paso de nuevo a Jorge Luengo, que refuerza las buenas sensaciones de los asistentes con varios trucos de magia de la casa, finalizando con una explosión de confeti -que alguien tendría que recoger después, nos imaginamos-.