¿Por qué seguimos jugando a... Diablo 3?

Reportaje

¿Por qué algunos juegos tienen la virtud de seguir enganchándonos por mucho que pasen los años? Reflexionamos sobre las claves de estos "fenómenos" jugables

13/01/2016 00:10
¿Qué nos lleva a no querer soltar el teclado/ratón o el mando cuando estamos delante de 'Diablo 3'? Sabemos que los títulos de Blizzard tienen algo especial que nos dejan absortos en la pantalla, pero el "infernal" dungeon-crawler tiene algo especial. Ya sea su divertidísimo cooperativo, el miedo que se respira en la vertiente Incondicional o la adquisición enfermiza de nuevo equipo, 'Diablo 3' sabe cómo tenernos atrapados unos buenos minutos en cualquier día de la semana y mes
Diablo III

Propuesta sólida y válida para cualquier tipo de jugador

‘Diablo 3’ es uno de esos juegos que poco o nada se parecen a lo que tenemos a día de hoy con respecto al título que fue en su publicación. Con un lanzamiento que estuvo plagado de críticas hacia su pobre rendimiento, una casa de subastas que rompía el esquema original de la franquicia y un looteo – la base de la saga – que directamente pasaba a casi no existir; fue con la expansión ‘Reaper of Souls’ cuando el dungeon crawler se redimía por completo de sus errores iniciales.

Varios años después del lanzamiento original, así como del primer gran contenido, ‘Diablo 3’ sigue siendo hoy por hoy un título que arrastra una legión de fans. Un juego que, en opinión de un servidor, se convierte en la primera instalación en lo que a juegos se refiere tras el correspondiente formateo anual de turno al PC. ¿El motivo? Bien sencillo: es posiblemente una de esas fórmulas a las que recurrir se tenga el tiempo que se tenga, ya sean varias horas libres, o 30 minutos, ‘Diablo 3’ sabrá darte en el poco tiempo que le dediques lo que justamente le puedes pedir a un videojuego; un poco de desafío, recompensas y la sensación de progresión.

Diablo 3 es capaz de sacar lo mejor de sí mismo con tan solo unos minutos: Adicción, looteo y centenares de monstruos a los que eliminar

Las más recientes actualizaciones han elevado aún más esa esencia de reto y premio para la obra de Blizzard. Y es que además de convertirse en un juego al que dedicarle unos minutos al día, su fórmula mantiene las bases que lo convierten en algo puramente adictivo: sencillo de jugar, difícil de dominar. Con el recién estrenado parche 2.4.0 Blizzard sigue apostando por los usuarios que disfrutan de su título lanzando de forma paulatina nuevo contenido, equipo y Temporadas.

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Las clases. Tan variadas que adentrarse con una u otra te parecerá que estés ante un juego diferente

Infinidad de cosas por hacer dependiendo de las metas que quiera cada jugador: Colección de armaduras, rankings, subida de nivel…

Propuesta cooperativa tremendamente divertida con amigos, además de una comunidad sana y siempre dispuesta a ayudar a los recién llegados

¿Tienes 20 minutos libres? Suficiente. ¿Se presenta una tarde libre de trabajo y no quieres complicarte con profundas historias y mecánicas jugables? ‘Diablo 3’ es perfecto.

También disponible en consola, el título goza del más que divertido modo de hasta 4 jugadores en la misma pantalla. Risas y piques garantizados.

Jugabilidad, tan adictiva como absorbente

Vale, sí, puede que ‘Diablo 3’ no sea el juego más complejo del mundo en lo que a mecánicas se refiere, o no ofrezca la mejor historia del universo Blizzard; pero el concepto del título va más allá de eso, centrado en lo jugable, es ahí donde nos sigue atrapando mes a mes, año tras año.

Blizzard mantiene activo el título con nuevo contenido cada cierto tiempo, pero la obra pide a gritos una nueva y gran expansión

‘Diablo 3’ me engancha sin remedio aún en pleno 2016, y rara es la vez que no le dedico varias horas a la semana debido a su adictiva mecánica basada en arrasar con todo lo que encuentro en el mapa. ¿Simple? Sí, ¿satisfactorio? No sabéis cuánto. El quid de la cuestión reside en el enfermizo despilfarro de objetos que hace el juego, siempre querremos más, más y más objetos legendarios. Ir en su búsqueda para poder fardar de nuestro personaje, pero también por supuesto tener el mejor equipo y con el que adentrarnos en mazmorras aún más complicadas.

Diablo III

Limpiar estancias plagadas de enemigos es la base del título, correcto; pero como al aficionado que le gusta jugar al fútbol esto lo puede hacer de otras maneras: lanzar unos tiros contra portería con unos amigos, disputar partidos los fines de semanas en una pequeña liga, practicar todo tipo de malabares en su propia casa… en definitiva todo gira en torno al fútbol y su base, el balón. A ‘Diablo 3’ le ocurre algo parecido. Eliminar hordas, centenares de hordas de enemigos, es el eje central, pero que podemos abordar de diferentes maneras para no cansarnos.

El modo Temporada y conseguir el mejor tiempo en las llamadas Fallas con otros jugadores, subir infinidad de niveles de Paragón, desafiar las mazmorras de nivel más alto, adentrarnos en estancias pensadas para sets completos, escoger otras clases con las que probar un nuevo estilo de juego…

Recoger/Mejorar/Crear equipo puede volverse adictivo y alcanzar cotas de coleccionismo. Pocos juegos como ‘Diablo 3’ entienden mejor el sistema de looteo

El modo Aventura, las Fallas, Mazmorras de Conjunto, Temporadas, modalidad de Muerte Permanente en el que vuestros reflejos y nervios serán llevados a los límites… será difícil aburrirse en ‘Diablo 3’ y no encontrar tu modalidad de juego preferida

Para los recién llegados ofrece un buen puñado de horas entre su campaña principal y expansión; duración que se ve ampliada con los posteriores contenidos

Aunque pueda pecar de que no cuenta con expansiones tan a menudo como otras sagas de Blizzard, el estudio cuida el producto con nuevos extras cada pocos meses buscando precisamente el que el usuario sienta esa “llamada” de volver a engancharse