Tantos años después, algunos ya van peinando canas, pero la pasión por las portátiles no decrece, pese a que ya estamos lejos del boom de Nintendo DS y sus 120 millones de consolas vendidas. Tras el paso de una gran parte del público al terreno de las tabletas y los dispositivos inteligentes para jugar, las portátiles parecen haberse estabilizado en ventas, pero lo cierto es que el negocio parece que todavía se mantiene en pie.
Aunque tengamos a nuestra disposición consolas de sobremesa con gráficos ultrarrealistas y PC de alta gama, siempre hay un hueco muy especial para las consolas portátiles, que sin duda rellenan un hueco muy importante de nuestro ocio. Te contamos por qué nos siguen robando el corazón estos pequeños dispositivos, a pesar de que pasen los años.





