PlayStation Vita y su falta de apoyo; ¿trato inmerecido?

Objetivo, desbancar a Nintendo

La llegada al mercado portátil de Sony marcó un antes y un después gracias al lanzamiento de PlayStation Portable. La compañía nipona lideraba la quinta y sexta generación de consolas con pulso firme y sólo le faltaba un mercado para conquistar todo el sector del videojuego y confirmar su hegemonía. Pero en dicho territorio hay cierta compañía que, otra cosa no, pero las portátiles se les da de miedo. Sony se las iba a ver con una Nintendo sin rival en este mercado. Una Nintendo que no temía a nadie y que no tenía motivos para hacerlo. Todo el que intentaba presentar batalla se encontraba de bruces con un muro infranqueable. Durante años, la Gran N se ha apoltronado en un cómodo sillón viendo como sus portátiles se comían a cualquier contendiente que osase adentrase en sus dominios. Nintendo es sinónimo de calidad en portátil, como ha demostrado con cada máquina creada.

La hazaña de Sony es algo que otros ya han intentado sin éxito, pero la compañía nipona tenía en su mano una baza que muy pocos pueden soñar, la marca PlayStation. Nacida de un experimento fallido entre Sony y Nintendo (tú crearás a tu némesis), PlayStation sentó unas bases en la industria del videojuego sin precedentes. Las consolas creadas por Sony bajo este nombre son sinónimo de ventas millonarias, en algunos casos rompiendo barreras que podrían parecer imposibles para muchos. La fuerza de la marca PlayStation se mantiene hoy en día dentro del campo de las sobremesas y ese fue el as que Sony pretendía jugar con su primera plataforma portátil. ¿Surtió efecto? Sí, aunque no tanto como para quitar a Nintendo de en medio. ¿PlayStation Portable le metió un buen bocado al mercado? Sin duda, pero Nintendo es perro viejo y se las sabe todas.

Nintendo DS se llevó a sus dominios a un sector del mercado que nunca ha tenido contacto con los videojuegos gracias a la creación de una serie de títulos fáciles de entender, de controlar y que han vendido millones de unidades. La denominada Touch Generation ha supuesto para Nintendo el convertir a su portátil en la más vendida de la historia y de situarse muy cerca de romper el récord de ventas de una consola que marcó PlayStation 2. Ante un terremoto así, PlayStation Portable no pudo hacer nada, salvo instalar una base de consolas espectacular con un catálogo poco menos que envidiable y demostrar que Sony podía hacer algo grande en el mercado portátil. Nintendo tenía ante sí un rival a tener en cuenta. Un rival que ya le había mojado (ahogado) la oreja en dos ocasiones. ¿Adiós monopolio? No, para disgusto de la competitividad.

PlayStation Portable marcó el camino

La pequeña, pero potente PSP, marcó un camino para Sony que todos pensaban que iba a ser definitivo y que consolidaría a la compañía nipona en un mercado que antaño era exclusivo de Nintendo. La Gran N campeaba a sus anchas sin oposición, haciendo lo que le venía en gana y sin temor alguno a represalias. Game Boy, Game Boy Color y Game Boy Advance han vivido una época de tranquilidad, de calma chicha como se suele decir. Pero toda hegemonía tiende a llegar a su fin. La llegada de PSP al mercado supuso un nuevo cambio de rumbo hacia un dispositivo centrado en ofrecer más funciones de lo que las consolas de Nintendo podían ofrecer. Sony diseñó esta consola con el fin de convertirla en algo más que una simple portátil para jugar. Por suerte, no se olvidó de lo importante, que era ofrecer juegos de todo tipo y para usuarios de cualquier edad.

'Metal Gear Solid', 'Final Fantasy', 'Kingdom Hearts', 'Gran Turismo', 'Medievil', 'Ape Escape', 'Monster Hunter', 'FIFA', 'Pro Evolution Soccer', 'Grand Theft Auto', 'God of War', 'Killzone', 'Jak & Daxter' (sí, ya lo sabemos), 'Daxter' (este sí) y un sinfín más de juegos procedentes de empresas Third Party que dieron todo su apoyo a una portátil que ha hecho historia para Sony al ser la primera en conseguir plantar cara a la todopoderosa Nintendo y su avasalladora Nintendo DS. Sí, acabó siendo doblada en ventas, pero la sensación que dejó en los 80 millones de usuarios que confiaron en ella fue poco menos que excepcional. Con esta base, todo era cuestión de sentarse a esperar y ver qué iba a hacer Sony con una hipotética sucesora para intentar asaltar el trono que Nintendo llevaba ocupando durante tantos años. Había aspectos que corregir por supuesto, pero nadie pensaba en un error de navegación a estas alturas.

Más de 80 millones de consolas vendidas, un catálogo de juegos envidiable, conexión en línea y en modo Ad-Hoc, y opciones multimedia para aquellos que buscan algo más que un sistema de juegos, eran las principales armas para el asalto. Potenciando todo esto e implementando algo más, la sucesora de PSP estaría más que preparada para realizar la machada. Con todo ya predispuesto para darla a conocer, Sony se sacó de la chistera PlayStation Vita. Diseño estructural conservador, pantalla OLED de 5” multi-táctil capacitiva, doble stick para control de personajes y cámara, panel trasero similar a la pantalla, giroscopios para control por movimiento y unas capacidades gráficas que conseguían juegos con un aspecto espectacular en todos los sentidos. Con esto en la mano, el trono estaba muy cerca. ¿Qué ha pasado entonces para que PlayStation Vita se haya hundido de tal forma? Algo pasa en el mercado.

Camino errado

Cuando un jugador que disfrutó con PSP mira a PlayStation Vita, ¿qué ve? A simple vista podemos observar una máquina similar a su antecesora en diseño, con algunos cambios estéticos y funcionales para conseguir un resultado agradable a la vista, al tacto y muy ergonómico. PlayStation Vita es una consola bonita, con un interior igual de brillante pero que ha fallado en su intento de establecer a la marca PlayStation dentro del campo portátil. Son muchos los factores que provocado esta inesperada e inmerecida caída. Ninguna consola se merece esto realmente. Pese a las mejoras introducidas por Sony para conseguir una digna sucesora, se han cometido una serie de fallos que muchos usuarios no han pasado por alto y que todavía intentan entender por qué siguen ahí. ¿De qué nos quejábamos en la época de PSP? De las malditas tarjetas de memoria y su abultadísimo precio de venta. Misma piedra, mismo tropiezo.

Sony volvió a marcarse un “Memory Stick” al crear una nueva serie de tarjetas únicas para PlayStation Vita. No vale otro modelo que no sea el de Sony, con todo lo que ello conlleva. Si hay algo que un usuario no soporta es que le impongan algo y Sony ya lo ha hecho dos veces en este sentido. Primero fue PSP con las famosas memory stick y ahora PlayStation Vita con estas tarjetas de memoria. Pero ese no es el problema más grave. La imposición, siempre y cuando sea aceptable, puede ser permitida y perdonada. Cuando esa imposición nos obliga a gastar una alta cantidad de dinero la cosa cambia de forma radical. Los son prohibitivos, más aún cuando vamos aumentando la capacidad para poder meter más juegos. Se mejora el diseño arquitectónico. Se desecha el UMD para meter tarjetas de memoria al estilo Nintendo. Se incluyen funciones interesantes tanto a nivel de hardware como de software. Pero misteriosamente se meten otra vez tarjetas caras.

Por supuesto, este no es el único problema que ha causado la deplorable situación de PlayStation Vita y tampoco el principal. La portátil de Sony ha sido el punto de unión de todos los males que pueden asolar a una consola. Falta de interés del público general y desarrollador, poca identidad en su catálogo exclusivo, abandono total de su creadora o las tarjetas de memoria caras han dinamitado un proyecto que se antojaba excepcional, pero cuyo futuro ha sido el que menos esperábamos.  Las malas decisiones han tirado por tierra todo el trabajo realizado con PSP y han dejado el mercado portátil en las manos equivocadas. Digo “han” porque Nintendo tampoco se libra de la machada. Las sucesoras de Nintendo DS y PSP no están dando la talla y se han dejado adelantar por unos dispositivos que uno no concibe nunca para usar como medio de entretenimiento.