PlayStation 4 y la caza del trono perdido

No me cabe duda alguna de que el E3 2013 será largamente recordado por los jugones. Dos nuevas consolas de sobremesa que terminan de conformar un nuevo salto generacional; momentos de innegable epicidad para regocijo de los presentes; declaraciones polémicas que para desgracia de sus autores pasarán a los anales de la historia; y sobretodo, absolutamente por encima de todo lo demás, decenas y decenas de lo que de entrada parecen ser grandes juegos.

Ha sido en este contexto que hemos presenciado una de las batallas más encarnizadas que se recuerdan en el mundillo del videojuego desde aquellos gloriosos años en los que Sega y Nintendo intercambiaban algo más que palabras. Un auténtico duelo de titanes entre Microsoft y Sony, en el que Nintendo, como la tercera en discordia, poco ha tenido esta vez que decir. Una refriega de la que para muchos, entre los cuales me incluyo, se alzó como primera gran triunfadora la nueva PlayStation 4. Pero que nadie se duerma, pues el segundo asalto ha dado ya inicio con la cancelación fulminante de restricciones de Xbox One. ¡El combate continúa!

La semilla de este éxito comenzó a plantarse el pasado mes de febrero, momento en que tuvo lugar la presentación de la nueva sobremesa de Sony ante los ojos del mundo. Me he permitido llamarlo "presentación de la consola" a pesar del pequeño detalle, claro está, de no presentar estrictamente la consola en sí. Una minucia que originó las escasas críticas que pudieron alzarse ante una presentación totalmente centrada en nuevos juegos y funcionalidades, cosa que viene a ser lo importante y que por otra parte ya hizo Nintendo en el anterior E3 con Wii U, "escondiendo" también la consola en beneficio del Gamepad. Total, todas las consolas de Sony suelen ser feas, así que ¿para qué cabrear al personal?

Fue desde el primer momento que Sony quiso dejar muy claro que PlayStation 4 es un aparato concebido por y para el jugador. Quizá intuían por dónde irían los tiros de lo que fuera que Microsoft andaba preparando, por lo que quisieron ser quienes dieran el primer golpe. En esta primera toma de contacto conocimos ya las nuevas y bombásticas funciones sociales, además de la existencia de títulos de gran atractivo como 'Killzone: Shadow Fall ', 'inFamous: Second Son ' o 'Knack '. Una muestra totalmente representativa de una mezcla de viejas franquicias, interesantes rediseños y nuevas apuestas de todo tipo. Nadie podría quejarse, realmente.

En mayo, por otro lado, llegaba la réplica de Microsoft. En uno de los anuncios de una nueva plataforma más desacertados que se recuerdan, los de Redmond obviaron totalmente su teórica finalidad como consola de videojuegos de nueva generación para basar su presentación en sus "impactantes" funciones como reproductor de televisión y de contenido multimedia. El colmo de los despropósitos llegaba posteriormente con las controvertidas imposiciones que tan en boca de todos han estado durante las últimas semanas, y que no hacían más que incrementar día tras día la desafección hacia una nueva consola de la que en realidad apenas sabíamos nada.

Así llegábamos al E3, con Microsoft tirando piedras sobre su propio tejado y Nintendo borrándose parcialmente del evento al renunciar a hacer una presentación por todo lo alto y emitir en su lugar un Direct pregrabado. Todavía quedaban cosas por aclarar y era mucho lo que queríamos saber, pero a menos que pasara algo raro, la inminente cita anual en Los Ángeles pintaba realmente plácida para Sony y su PlayStation 4.