Análisis Ogre Battle 64: Person of Lordly Caliber

Subir las clases será fundamental con la experiencia que ganemos en combate, ya que un simple soldado raso puede convertirse con la experiencia y armadura necesarias en todo un líder de equipo. Soldados que conseguiremos al completar cada uno de los niveles del juego, junto a recursos económicos para invertirlo en armas y/o armaduras, específicas para cada tipo de personaje. Puede parecer complicado, pero si no queda claro dos horas de un tutorial opcional servirán para convertirte en un buen rebelde e impedir que Lodis se haga con el continente entero.

Duración

Las más de 50 horas que te durará el título en una primera partida no son nada si las comparamos con el tiempo que puede costar el poder ver los diferentes finales. Un mínimo de una hora nos llevará completar cada una de las misiones del título,y si caemos en combate…a comenzarla de nuevo. Por suerte, si no disponemos del todo el tiempo que queramos para jugar, podemos interrumpir la partida para continuarla en otro momento sin ningún tipo de problemas.

Por si no tuviésemos sufienciente con tantas horas y posibilidades de juego, su dificultad es además muy ajustada, sobretodo en las campañas más avanzadas, lo que nos impedirá superarlas en un primer intento y volver a ellas con una organización de unidades diferente y un planteamiento sobre el terreno mucho más estudiado. Sin duda, uno de los productos más longevos de la Consola Virtual.

Conclusión

Once años después de suspirar por él, la tercera entrega de la franquicia llega a Europa de la mano de la Consola Virtual, del mismo modo que llegó Sin & Punishment. Aunque en perfecto inglés, Person Of Lordy Caliber llega para confirmar que aquel producto que tanto ansiábamos realmente merecía la pena.

Rol estratégico de calidad, toda una guerra por combatir, visualmente excelente y ambientado con una banda sonora de lujo. Person of Lordy Caliber llega a Europa para conquistarla, aunque algo tarde para librar la batalla. Nintendo 64 no albergó muchos RPG, pero simplemente por un título como este, no se puede decir que no los tuviese de calidad. Una obra maestra del pasado para disfrutar en el presente.