Nintendo Switch
Nintendo está viviendo este 2020 un año espectacular en lo que a beneficios económicos se refiere. Los últimos datos ofrecidos por la compañía nipona reflejan que entre los meses de abril y julio el beneficio neto ascendió hasta los 850 millones de euros. Una cifra elevadísima que se debe entender en el marco del primer trimestre del año fiscal japonés en el que los beneficios se sitúan cerca de los 1.200 millones de euros, un dato que se traduce en un aumento del 427,7% en las ganancias de la compañía con respecto al mismo período del año anterior.
La gran causante de estos increíbles datos financieros es la consola Nintendo Switch que, lanzada al mercado en 2017, se ha convertido en el emblema de la gran N. Desde su desembarco en el ecosistema de Nintendo, la consola híbrida ha conseguido vender más de 55 millones de unidades en todo el mundo, una cantidad que la sitúa como la consola más vendida por la compañía por detrás de la clásica Nintendo NES. La popularidad de la Switch se debe a su versatilidad, gracias a la posibilidad de jugar tanto en un televisor o monitor como en el propio dispositivo, y al enorme catálogo de juegos del que dispone. Esta es, de hecho, la clave del éxito de Nintendo: contar con juegos para todos los públicos. Así, en su oferta podemos encontrarnos con títulos indies, como Celeste o Gris; clásicos, como Super Mario Bros.; colectivos, como 51 Worldwide Games, que abarca disciplinas como el blackjack o el backgammon; o deportivos, como el popular Ring Fit Adventure.
No obstante, si bien la Nintendo Switch es ahora mismo el mayor orgullo de la compañía, también es la fuente de sus principales quebraderos de cabeza. En los últimos meses Nintendo ha tenido que hacer frente a diferentes ataques de piratería, lo que llevó a Nintendo of America a presentar en mayo de este mismo año varias demandas contra informáticos cuya actividad comercial se basaba en la venta de software no original para la consola híbrida.
Nintendo Switch
En concreto, estos proveedores de software ofrecían a los usuarios un sistema operativo pirata que, una vez instalado en la consola, permitía jugar de manera óptima a títulos previamente falsificados. Esto supone, como es evidente, un importante ataque a la propiedad intelectual de Nintendo y un negocio que, por otra parte, llega a atraer a un número muy elevado de jugadores que prefieren optar por versiones que carecen de la licencia que otorga Nintendo pero mucho más baratas que los juegos originales.
La demanda que presentó Nintendo no trascendió en aquel momento pero recientemente se ha hecho público que uno de los demandados responde al nombre de Tom Dilts Jr., quien estaría detrás de UberChips, un operador que facilitaría la venta de las herramientas creadas por Team-Xecuter. Junto con el nombre de uno de los implicados en el caso, también se ha dado a conocer que Nintendo ha salido victoriosa de su primera batalla legal en este campo, consiguiendo llegar a un acuerdo con Tom Dilts Jr. De esta forma, y según el fallo del Tribunal del Distrito Norte de Ohio, el demandado deberá abonar un total de 2 millones de dólares a la compañía nipona en concepto de multa. Además, la sentencia también recoge que la tienda deberá deshacerse de todas las unidades de este software que todavía estén en su haber, así como la prohibición de vender productos semejantes de aquí en adelante.
El fallo a favor de Nintendo supone un punto de inflexión en su lucha contra la piratería y sienta un precedente de cara a demandas futuras. De hecho, la compañía, una de las mejor valoradas por los usuarios, ya ha iniciado acciones legales contra 8 operadores más que venden software ilegal.
Con todo, no parece que el camino por recorrer vaya a ser muy sencillo para la gran N. Team-Xecuter, que como ya indicamos se encuentra detrás del desarrollo de este software, ha negado tajantemente que su producto sea una copia del original, y ha acusado a la compañía nipona de monopolio, censura e incluso de llevar a cabo acciones de intimidación contra su empresa.
