Análisis NiGHTS: Journey of Dreams

Diversión

Nights no es un juego que vaya a gustar a todo el mundo. El original de sega Saturn fue un juego genial en su época, sacó notas muy destacadas en las publicaciones y Sega tenía pensado incluso convertirlo en su nueva mascota. Sin embargo, el juego apenas vendió 400.000 unidades en todo el mundo.

Ahora, este Nights, a pesar de recuperar muchas virtudes de su antecesor, también tiene defectos que el primero no tenía: En lo positivo, mantiene la atmósfera mágica, positiva y colorista. Los niveles principales de vuelo con Nights siguen siendo una delicia, manteniendo esa sensación de libertad y de control sobre nuestro arlequín. Los nuevos escenarios son muy imaginativos, los diseñadores han hecho un gran trabajo en su creación. Desde el punto de vista artístico, este juego está casi a la par de su predecesor.

Pero parece que las prisas por sacarlo antes de final del año pasado (me refiero en Japón y EEUU, claro) han hecho que lo que podría haber sido un juego redondo se haya quedado a medio camino.

Hablando de la diversión, que es lo que toca en este apartado, se puede decir que todo el mundo disfrutará de los niveles de vuelo: manejo sencillo (mejor con Clásico / Gamecube), diseño de niveles muy bueno, ajustada dificultad (mejorar tiempos y puntuaciones es otro de los atractivos) y la sensación de que estás ante algo distinto, una agradable novedad entre tanto juego de disparo.

Esa misión principal de cada nivel (recorrer las tres sub-fases + jefe final) era lo que ya estaba presente en el juego de Saturn, y aquí se recrea de manera muy acertada. Eso sí, cuando el equipo de desarrollo ha querido alargar el juego mediante misiones secundarias, no han sabido mantener el nivel; algunas son buenas, pero otras manchan el global del juego. Si a esto le unimos unas escenas de vídeo descuidadas y excesivamente largas, y una historia empalagosa, la valoración baja.

Conclusión

El Nights original de Sega Saturn me encantó, uno de los juegos de los que mejor recuerdo guardo, y un gran ejemplo de que los videojuegos son mucho más que títulos de disparos y acción.

La sensación de volar, enlazar anillos, superar puntuaciones... una experiencia relajante, que puedes disfrutar en cualquier momento, acompañado de una música muy evocadora. Ése fue el principal logro del original, y Journey of Dreams consigue recuperar esas sensaciones.

Sólo por esto, se puede decir que la secuela ha sido un éxito. Los modos multijugador añadidos son de agradecer. Y también el My Dream. Pero las novedades con las que han pretendido alargar el modo Historia, más que sumar, restan.

De las misiones secundarias, sólo las de Octopaw (atravesar x anillos) y alguna genialidad como el concierto del bosque, consiguen mantener el nivel.

El resto, entretienen sin más. Menos mal que siempre hay una buen melodía para acompañar.

Hay juegos de estética cinematográfica, en los que su mejor apartado está en las cinemáticas y en la historia. Nights es todo lo contrario, mejor no prestar atención a las pobres escenas de vídeo, y centrarse en la parte jugable principal.

En definitiva, quien haya probado y apreciado el original, sólo hay que decirle que lo bueno sigue ahí, y seguro que sabe "olvidar" los forzados rellenos.

A los que no lo conozcan y quieran algo original e imaginativo (y con una genial banda sonora) hay que advertirles de que tendrán que pasar por alto sus defectos, quedarse con el núcleo y disfrutar con el 75% del juego, porque realmente vale la pena.