Pre-Análisis Need For Speed: The Run

Con esta premisa Black Box ha dotado a The Run con aires frescos a la saga Need For Speed y que acentúan aun más la importancia del guión, tal es así que por vez primera en la franquicia podremos bajarnos del coche, pero no será nada parecido a lo que pueda ser un Grand Theft Auto, pues aquí los protagonistas siguen siendo los coches, luego ¿Cómo mantener al jugador pegado a la pantalla con la historia en un juego de conducción?

Pues bien, en según qué momentos de la trama controlaremos por completo a Jack, pero guiado mediante “raíles” para que lo entendáis, y no dando la posibilidad de un mundo abierto ya que el jugador podría distraerse de lo que realmente es importante : carreras y huir de la policía cuando se dé el caso. Cuando nuestro protagonista ponga pies en polvorosa y no esté subido en su coche las situaciones las resolveremos mediante “Quick Time Events” ya sea en cinemáticas o controlando el papel de Jack; esto da sin lugar a dudas un punto fuerte a la historia optando así por un apartado que nunca antes se había tratado en profundidad en un Need For Speed.

Para apoyar este argumento, tanto EA como Black Box han contando con la participación de numerosas caras conocidas, algunas de estas son Sean Faris, protagonista de la serie The Vampire Diaries y que interpreta a Jack Rourke en el videojuego; Christina Hendricks, actriz ganadora de un Emmy y nominada al Globo de Oro por su papel de Joan Harris en la exitosa serie Mad Men y quien pondrá cara a su personaje de Sam Harper; por si fuera poco en nuestro camino nos encontraremos con las top models Irina Shayk y Chrissy Teigen, adversarias que le pondrán las cosas más que difíciles a nuestro protagonista.

Un apartado técnico a la altura

Las novedades en Need For Speed: The Run no van a quedarse solo en su argumento; EA ha querido que para la ocasión esta nueva entrega luzca en todo su esplendor y por ello han implementado el motor Frostbite 2.0.

Dicho motor gráfico es el que emplea Battlefield 3 y que tanto ha dado que hablar referente al impresionante realismo que es capaz de mostrar. En The Run veremos todo tipo de efectos que por primera vez en la saga hará que nos distraigamos de la carrera por habernos fijado en esos detalles técnicos que antes no nos percatábamos.

Tal es el caso de la distancia de dibujado que es capaz de reflejar el título mostrando en todo momento unos escenarios impresionantes y totalmente creíbles. Durante el transcurso de las carreras asistiremos a diferentes efectos climatológicos que irán cambiando durante el desarrollo de las mismas, nieve y agua serán algunos de los adversarios que improvisarán su aparición en mitad de la competición y que harán aun más difícil el superar la prueba.

Si bien en un juego de coches arcade como es Need For Speed no se pide un apartado técnico de órdago como puedan tener Forza Motorsport o Gran Turismo, es de alabar el gran acabado que tiene el juego en este campo y que gracias al Frostbite 2.0 ha conseguido dotar por ejemplo de un gran realismo al polvo que levantan los vehículos al pasar por la grava, de unos efectos de luz más que logrados, muestra de ello es durante el nivel de la nieve cuando al pasar por el túnel vemos como este va quedándose poco a poco sin luz para segundos después no ver más que tan solo los faros delanteros y traseros de nuestro coche; pero aquí no queda la cosa pues al salir el destello del sol nos cegará por unos instantes.

Y eso tan solo es la punta del iceberg, pues en general todo el juego se perfila imponente gráficamente hablando sin ninguna bajada de framerate; mención especial para las cinemáticas donde el Frostbite 2.0 hace que dudemos si estamos delante de un juego o una película de animación.