Pre-Análisis Need for Speed: Most Wanted

Esperado. Así se podría calificar el regreso de la saga 'Need For Speed' a sus entregas más transgresoras de la ley. Nuestro piloto se deshace de casco, se desabrocha el cinturón y deja de lado todas las recomendaciones legales vistas en las últimas ediciones de la serie para volver a meterse de lleno en el mundo de las carreras ilegales y persecuciones policiales.

La mítica entrega 'Need For Speed: Most Wanted' vuelve a calentar motores para su reaparición. En medio de una longeva saga el clásico 'Most Wanted' aparecía en 2005, para repetir y mejorar las mecánicas anteriormente vistas en la subsaga 'Underground' donde la saga 'Need For Speed' había renovado exitosamente su imagen.

Nuevo logo, vieja gloria

Las carreras ilegales, las pruebas de derrape, una trama en donde ubicarse así como el tuneo de nuestro auto eran los principales atractivos de esta nueva subsaga. Atractivos que en su mayor parte se conservaran en el 'Most Wanted' original y a los que se les añadieron otros como la total libertad de conducción por la ciudad o las eternas persecuciones policiales.

Unos atractivos que en mayor o menor medida parecen haber sido substituidos o eliminados para el nuevo 'Most Wanted'. Algunos cambios no tendrán porque ser buenos ni malos pero sí que acabarán por darle al juego un renueve substancial que posiblemente deje muy pocos parecidos entre la versión original y la actual.

Consigue ser el más buscado

En el nuevo 'Most Wanted' conducimos uno de los grandes autos de lujo que aparecen esparcidos por toda la ciudad y nuestra mayor obsesión es correr sin límites por ella haciendo además todo tipo de carreras y apuestas ilegales donde pondremos todo lo nuestro en ser el más rápido.

Desafortunadamente (o para fortuna del juego) la policía seguirá pisándonos los talones por lo que ser visto será sinónimo de persecución policial en la que no sólo deberemos escapar airosos, sino que también nuestra puntuación aumentará con los daños producidos a la ciudad, a otros coches, o incluso al plantarle cara a la misma policía. Un reto que suele terminar con muchos coches policiales normales y blindados en el desguace, una ingente cantidad de desperfectos y si no hay fortuna, con un conductor arrestado.

La policía seguirá nuestros neumáticos y pobre de ti que intentes burlarte demasiado de ella.

En estas persecuciones se añade la posibilidad de reinflar las ruedas que a las veces nos pincharán con el objetivo de arrestarnos. A nuestro favor tenemos que nuestro coche será siempre indestructible. Ni los 300Km/h, ni los choques frontales con otros vehículos o con muros surtirán ningún tipo de efecto más allá de la disminución radical de velocidad de nuestro coche.

En medio de esta historia de un conductor loco corriendo sólo contra el mundo alrededor de una ciudad nos encontraremos con otros 10 locos más, miembros pertenecientes a la lista negra de los más buscados por la ley. Nuestro deseo y misión será la de convertirnos en el más buscado y para ello además de cometer algunas persecuciones policiales muy peligrosas, deberemos retar a los 10 miembros de la lista negra uno a uno y ganarles en carrera.

Velocidad y adrenalina se descargan en todos los trazados, bien sean acentuados por las tensas persecuciones policiales o por las vertiginosas carreras callejeras (la circulación por la ciudad sigue su curso).