Análisis Need For Speed

(Pc, PS4, One)

Los dueños de las calles

Página 2

Plataforma analizada: Xbox One
03/11/2015 09:55
Need for Speed

En el centro neurálgico que es el garaje podremos desde comprar hasta un total de cinco vehículos, mejorar su rendimiento, personalizar las diferentes partes del mismo con varios modelos, cambiar la pintura, añadir vinilos… No vamos a decir que las tareas son ilimitadas, pero si existen la suficiente variedad de posibilidades para pasar varios minutos dando forma al coche de nuestros sueños. En lo que a mecánica se refiere tendremos una ingente cantidad de compras que harán las delicias de dicho sector, además de también alterar el comportamiento del vehículo apostando por un mayor enfoque en el derrape, la velocidad o un término medio entre ambos. La personalización tampoco se queda atrás, escogiendo entre un notable número de piezas que iremos desbloqueando poco a poco a medida que aumentemos nuestro nivel de reputación y ganemos pruebas propuestas por Amy, la encargada de llevar el garaje y quién no dudará a la hora de ofrecernos varios retos. Si ya de por sí la cantidad abunda en esta sección, todo ello queda remarcado con un énfasis y derroche en lo que al conocimiento de marcas se refiere que nos ha dejado francamente sorprendidos. Ya sean compañías de grandes constructores y modelos, de vinilos, alerones o llantas quedan representados con su correspondiente historia que ayudan a meternos aún más en el espíritu de competición nocturno que quieren transmitir desde Ghost.

Y es que es una auténtica pena que el estudio haya logrado transmitir dicha sensación en el garaje y no fuera de él. La escasa variedad de pruebas y en particular la desolada actividad que encontramos en Ventura Bay no facilitan a que nos involucremos con el ambiente de tunning y competición que se propone. De hecho, y duele decir esto, a pesar del grandísimo detallado de la ciudad en temas técnicos no serán pocas las ocasiones en las que preferiremos optar por el viaje rápido para llegar al siguiente reto en lugar de escoger el trayecto en coche desde donde nos encontramos hacia nuestro siguiente destino.

Need For Speed
Need for Speed te deja la sensación de que estás ante la remasterización de Underground 2

El componente social de Need for Speed es tan importante que, y aquí viene uno de los puntos más controvertidos del título, nos obligarán a estar conectados permanentemente a internet si queremos jugar. El producto incluye la opción para jugar en solitario y no cruzarnos a otros usuarios por Ventura Bay, pero activarla no es sinónimo de jugabilidad offline ya que las fotos y otras actividades continuarán subiéndose a Need for Speed Network, sino simplemente dejaremos de ver a los jugadores correr por el mapa con sus correspondientes vehículos. A todo ello hay que sumar elementos como desafíos diarios, compartir nuestras puntuaciones y mejores capturas, recomendaciones de otros usuarios para competir contra éstos o inclusive la posibilidad de formar nuestro propio grupo para hacer de las calles de la ciudad nuestro nuevo parque de disfrute. Características que sobre el papel suenan bien, pero que una vez en la práctica, poco tardaremos en darnos cuenta que no funcionan todo lo bien que esperábamos.

Conducción a medio gas

Aunque deje varias dudas en su apartado jugable, en lo técnico Need for Speed cumple con creces. No es para menos sabiendo que la utilización de la última versión del Frostbite Engine permiten un imponente juego de luces, reflejos, shaders y todo tipo de detalles gráficos que nos dejarán con la boca abierta; y es que si por algo se ha caracterizado el motor en cada uno de los títulos en los que se ha empleado hasta la fecha es por la recreación de la belleza nocturna. Ésta, presente durante todo el juego, puede parecer monótona a simple vista; pero sin duda la potencia gráfica ayuda a que pronto nos olvidemos de este detalle, eso sí, hemos echado en falta una mayor interacción con la ciudad y por supuesto más coches en pantallas. La excusa de conducir a altas horas de la madrugada no cuela para una ciudad que aunque cuenta con un gran entorno por el que movernos nos convierte en casi lobos solitarios de Ventura Bay.

En lo sonoro, EA ha vuelto a hacer de las suyas. Un doblaje notable, grandes efectos especiales y una banda sonora que como ya es marca insignia de la franquicia, cuenta con un amplio y potente reportorio de temas. Ghost se ha decantado por canciones de rock alternativo, house, dubstep, metal o electrónica que sabrán ambientar a la perfección el espectáculo de la obra.

Need for Speed

Tras jugar largas sesiones a Need for Speed nos quedamos con la sensación de que bien podríamos definir lo último de los responsables de ‘Rivals’ como una remasterización de ‘Need for Speed Underground 2’. El motivo de llegar a dicha conclusión no es otra que la de encontrarnos ante un juego que, si bien hace algo más de 10 años por mecánicas hubiera – y lo hizo – asombrado a crítica y público; a día de hoy se presenta parco en opciones jugables. Cuatro tipos de pruebas, a las que hay que sumar las de forajido gracias a un misterioso personaje que se encargará de asignarnos retos a través del móvil para escapar de la policía; una ciudad casi desértica o coleccionables introducidos con calzador para alargar artificialmente la vida del producto no nos dejan un buen sabor de boca en lo que a sensaciones si atendemos a un título arcade como este. A todo hay que sumar una “trama” que tiene como cabezas de cartel a ilustres nombres del mundo del automovilismo en su rama más “macarra y desenfadada”, que aun con ellos, no consigue llamar un mínimo la atención del usuario.

No obstante, y aunque las carencias pueden resultar notables; Ghost Games no se equivocaba a la hora de asegurar que ‘Need for Speed’ era un digno heredero de ‘Underground’, y que como mínimo se recogería su esencia. Desconocemos a dónde llevará este reinicio, pero desde luego los fans de la aclamada subserie de la franquicia pueden estar contentos pues la espectacularidad y el derroche de personalización se mantienen a muy buen nivel. El resto de los mortales tendrán ante sí un juego de conducción más que aceptable; alejado de propuestas increíblemente sobresalientes y completas como ‘Forza Horizon 2’, pero que perfectamente es disfrutable a nada que os sintáis atraídos por el mundo del tunning, su ambiente gamberro, un control que no exija dar lo mejor de uno mismo y por supuesto un apartado técnico de escándalo.

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7.8

Lo mejor

Grandísimo número de opciones para personalizar la mecánica de nuestro coche

Varios tipos de conducción, todos ellos muy divertidos

Apartado visual fotorrealista

Sobresaliente en lo sonoro

Lo peor

Escasa variedad de competiciones

Ventura Bay está desierta

La IA pasa de ser extremadamente fácil a convertirse en invencible

La trama, aunque anecdótica, podría haber dado muchísimo más de sí

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