Análisis NBA Jam

Sonido:

"BoomShakalaka!!!!!!" Sin duda alguna, una de las palabras más recordadas del ocio electrónico, provinente de una época en la que no era muy frecuente encontrarnos con comentaristas que amenizaran los encuentros o voces que narraran nuestras aventuras.

¡¡Y ha vuelto!! Sí, porque EA Games ha recuperado al comentarista que tanto nos hizo “flipar” en el título original. Con un potente “Excuse me!!!” si arrollamos a un rival cuando entramos a canasta o bien con un jocoso “Wah, waah, waaah!!!” si el tiempo permitido para tener posesión de la pelota llega a su fin, Tim Kitzrow inundará los partidos de la mejor forma posible y en perfecto inglés…

Esto hará que muchos no podamos disfrutar en plenitud de sus bromas y escuetas frases, un pequeño obstáculo que no llega a ser un impedimento para notar un pequeño empujón de adrenalina al escuchar la dedicación que este señor le pone a estos locos encuentros.

Por otro lado y obviando incorporar conocidos temas musicales, NBA Jam opta por incluir melodías propias que nos acompañan durante toda la sesión de juego, tanto en los menús como durante los partidos.

De corte muy similar a lo que pudimos escuchar en los Courtside de Nintendo, añade el dinamismo suficiente para que el jugador, inconscientemente, lleve un ritmo más acelerado de juego. Labor que consigue con temas interactivos, añadiendo o eliminando una base extra en los temas dependiendo del equipo que tenga posesión de la pelota y enfatizándola llegado el momento con el “He’s on fire!” obteniendo ambiente mucho más rápido y contundente.

Y para continuar con el tono fiestero del juego, nada mejor que escuchar como pasa un avión al encestar un triple o los efectos de viento de nuestros jugadores al saltar, realizar mates o simplemente robar la pelota.

Jugabilidad:

¿Qué hace de NBA Jam una saga tan enfocada a la acción directa? Sin duda alguna, el factor fundamental son sus partidos 2 vs 2, sin opción ninguna a que participen más jugadores y la ausencia de muchas de las reglas que se exigen en este deporte. La pelota no puede salir de la cancha, no hay faltas de ningún tipo siendo el tiempo el único factor que realmente nos condiciona de forma indirecta.

Siendo todo esto mucho más propio de los clásicos partidos callejeros en los que alguna vez hemos participado, el título toma esta influencia llevándola a los estadios oficiales de todos los equipos de la NBA con cuatro jugadores reales seleccionables (más algunos secretos) por cada uno de ellos.

Lo importante es el espectáculo, el frenetismo y la adrenalina. Hacerse con la pelota y realizar la entrada a canasta más espectacular que se nos ocurra saltando distancias imposibles y movimientos todavía más difíciles de ver.

De los jugadores disponibles por equipo seleccionamos dos de ellos para jugar los partidos, pudiéndolos substituir en la mitad del encuentro. Tenemos que decidir correctamente porque ahí es donde se deciden los partidos, ya que cada jugador tiene unas características determinadas.

No hay cientos de estadísticas, es más cercano a elegir un personaje para correr en Mario Kart; unos pueden realizar Slam Dunks desde casi cualquier posición de la cancha, otros taponan todo lo que se les ponga por delante o son los mejores con tiros lejanos. Cada uno adecuado para una sección determinada de los partidos, una decisión decisiva en los niveles de dificultad más elevados.