Análisis NBA 2K13

Lo mismo no es malo

Ya es tradición que, año tras año, se cambie la interfaz del juego. El menú, accesible mediante el joystick, se mantiene intacto, pero la forma de presentar los modos de juego más destacados es diferente. Pero aunque el continente cambie, el contenido se mantiene. Los modos de juego que nos encontraremos en 'NBA 2K13' son prácticamente los mismos de siempre, aunque con algunos cambios de estructura que los hacen más profundos, longevos, trabajados y, por qué no decirlo, más interesantes.

La interfaz, algo extraña, nos muestra "nuevos" modos de juego

Por ejemplo, ahora existe un modo de juego dedicado exclusivamente a editar y personalizar a un jugador creado por nosotros. El modo Mi Jugador, en el que antes dirigíamos toda la carrera de un rookie, es ahora el primer paso para dar vida de forma realista a una joven promesa del baloncesto. En este modo encontramos el editor, como siempre muy completo, y posteriormente accederemos a ropa formal para las ruedas de prensa y los pre partidos, así como celebraciones y movimientos que podemos adquirir con dinero virtual. Un dinero, por cierto, que ganaremos simplemente jugando al juego en casi cualquiera de sus modos.

Tras dedicarle mucho rato a la creación del futuro Jordan, es el momento de llevarlo al modo Mi Carrera, donde seguiremos los pasos desde la liga de desarrollo hasta los All Stars, el anillo de la NBA o, por qué no, alzarnos con el premio al MVP de la temporada y que la camiseta del jugador ondee en lo alto de algún mítico pabellón. La partida se iniciará con partidos de prueba junto a otros rookies, tras lo cual seremos escogidos por algún equipo en los draft (si hacemos un buen papel en esas pruebas, obviamente) y comenzará nuestra carrera. A partir de ahí, la calidad la ponemos nosotros.

Este modo, junto al clásico Asociación (que nos pone a los mandos de un equipo a todos los niveles), son el núcleo duro del juego. Son modos completísimos, que ofrecen infinidad de horas y que están muy trabajados para reflejar la realidad de este deporte. Podemos automatizar las funciones que queramos en caso de que sólo deseemos disfrutar de los partidos en sí, pero quien quiera dedicarle algo más de tiempo a entrenar, traspasar, buscar chollos en los agentes libres e ir preparándose para el draft del año siguiente se verá recompensado con una experiencia muy profunda y satisfactoria. A estos modos podríamos unir el de La Creación de una Leyenda. Es un modo parecido al Mi Carrera pero controlando a un jugador real y mucho más directo, centrándonos únicamente en jugar y hacerlo bien.