Análisis NBA 2K13

Que no llegue la rutina

Uno podría pensar que habiendo alcanzado el nivel que se alcanzó en 'NBA 2K12', no haría falta retocar nada más. Absortos en ese pensamiento, esperaríamos un par de mejoras superficiales, posiblemente en el ámbito técnico, y nos conformaríamos con eso. Esa resignación es la que ha causado que muchas sagas acaben apostando demasiado por el pasado y se enquisten en sus mecánicas, sin querer arriesgar o ir más allá en los pilares fundamentales del juego.

En Visual Concepts, sin embargo, tienen otra forma de ver el negocio. Por ello, no les ha temblado el pulso a la hora de cambiar nada más y nada menos que los controles del juego, la base jugables desde NBA 2K6, que establecía que el dribling se hacía con gatillo + joystick izquierdo y que el derecho se reservaba para los distintos tiros, bandejas y mates que podíamos ejecutar. Olvidaos de eso: se ha dado una vuelta de tuerca a esa jugabilidad para intentar ofrecer algo más espectacular y preciso. Necesario o no, el cambio acaba por parecer bueno.

En esta edición, el joystick derecho sirve tanto para driblar como para tirar. La desarrolladora buscaba que los driblings fueran más precisos y dirigidos, algo que la combinación de gatillo y joystick conseguía en cierto modo. Ahora, únicamente tendremos que mover el joystick derecho para que el jugador finte o regatee en la dirección marcada, al estilo de lo que podemos hacer en juegos de fútbol como 'FIFA' o 'PES'. Al principio, este control nos resultará muy, muy extraño, pero al final de ese mismo partido de bienvenida nos habremos hecho con él y probablemente nos convencerá más que lo que había.

Ahora, el tiro se efectúa con la combinación gatillo y joystick derecho. Un mismo joystick para las dos acciones más importantes del juego, pero su implementación intuitiva nos permitirá rápidos movimientos. Tal y como sucedía en anteriores juegos, cada dirección es un estilo de tiro diferente que nos servirá para cada situación. En definitiva, este pequeño retoque ofrece un control muy parecido al anterior, pero más intuitivo a medio plazo y sin duda mucho más preciso para driblar. Visual Concepts se ha arriesgado en este sentido y ha acertado de pleno.

Y este es el cambio más importante del juego en la versión de este año. Un cambio que nos permite ejecutar dos movimientos básicos con un joystick. Que destaquemos este cambio por no haber otros tan destacables significa varias cosas: que hay menos novedades de las que se podrían esperar, que los pocos cambios también han sido valientes (retocar los controles que se arrastran desde hace más de 6 años no es moco de pavo) y que hay pocas cosas que se puedan mejorar, al menos en esta generación.