Análisis Natural Doctrine

Mejorando lo presente

Por supuesto, como buen RPG que es, no puede faltar la subida de nivel y mejora de estadísticas de los personajes. Con cada enemigo derrotado, adquiriremos los clásicos puntos de experiencia con los que nuestros personajes subirán de nivel y desbloquearán nuevas técnicas para el combate. Cada uno de los diferentes protagonistas de 'Natural Doctrine' tendrá su propio árbol de habilidades, las cuales podremos ir desbloqueando con puntos que se nos serán otorgados con la subida de nivel. Al disponer de diferentes clases, cada personaje contará con un árbol diferente. Gracias a esto podremos elaborar tácticas de ataques diferentes con apoyos desde corta, media o larga distancia.

Otro detalle que no falta en 'Natural Doctrine' es la mejora del equipamiento de los personajes. Derrotar a los enemigos del juego no es nada fácil y necesitamos llevar siempre lo mejor. Con nuestro cerebro a pleno funcionamiento, las habilidades adecuadas y las armas precisas, todo irá mejor. Podemos cambiar el armamento de los personajes por otro mejor gracias a los cofres que nos encontraremos en los niveles. Nunca está de más explorarlos a conciencia, pues no se sabe lo que te puedes encontrar. Eso sí, tened cuidado, no sea que os topéis con un monstruo que no podéis derrotar en esos momentos. Por experiencia propia claro está…

Contar con un equipo fuerte  y las habilidades más poderosas no hacen que la batalla se decante de nuestro lado. Es ideal ir bien equipado sí, pero no será tan determinante para alcanzar la victoria. Como dijo Eomer de Rohan: -“no alcanzaremos la victoria por la fuerza de las armas”-.  Equipo, habilidad e inteligencia, con un poquito de suerte también, son necesarios para salir indemnes de los diferentes combates. Los primeros compases serán sencillos, dentro de lo que cabe, pero los siguiente, contra enemigos más grandes y poderosos nos exigirán pensar con claridad y pausa, tomándonos el tiempo que sea necesario.

Indigno de PlayStation 4

'Natural Doctrine' ha llegado a las dos sobremesas que tiene Sony todavía en vigencia y a PlayStation Vita. Tenemos a PlayStation 3 y a la otra, su flamante PlayStation 4, que triunfa en Occidente. La versión analizada es precisamente esta segunda, aunque no lo parece en ningún momento. Japón sigue atascada en el medievo gráfico con títulos que no explotan nada de las bondades gráficas de las consolas. La séptima generación ha sido la debacle del imperio japonés a nivel técnico. No son lo que eran. La octava sigue por el mismo camino. Occidente le ha mojado la oreja. La obra de Kadokawa presenta un nivel indigno en PlayStation 4. Ya en PlayStation 3 es poca cosa…

A nivel técnico, la versión para PlayStation 4 de 'Natural Doctrine' podría catalogarse de una broma sin una sola pizca de gracia. Todo el mimo que se haya podido poner en el desarrollo del sistema de batallas ha desaparecido por completo en este apartado. Detalle de los personajes, texturizado global, efectos de iluminación, etc… Todo ello roza un nivel bajísimo para la plataforma en la que se está ejecutando. Es fácil saber la maniobra de Kadokawa con este juego. Se hace para PlayStation 3 y se portea a PlayStation 4. Ese ha sido el trabajo realizado por el estudio japonés con esta versión. Ni un ápice de nueva generación en todo el conjunto del juego.

Han tenido una oportunidad dorada de sacar partido a la consola y tirar por tierra que Japón no sabe explotar las capacidades gráficas de las consolas. Solo unos pocos han sabido meter mano, pero Kadokawa no está entre ellos. No hay excusa alguna para no trabajar en un juego más rico y detallado. Los escenarios no son grandes, de hecho son ratoneras estrechas y sin ningún tipo de amplitud. Pues ni aun así se han molestado en sacar provecho. Copy&Paste barato el que se ha marcado la desarrolladora nipona. Por suerte, lo importante del juego es su endiablada jugabilidad, pero no está de más que el aspecto gráfico acompañe. Por lo menos en una consola de 400 euros…

Una mano ganadora

'Natural Doctrine' cuenta con opciones cooperativas multijugador, al igual que competitivas. Aunque hay que resaltar que este modo de la obra es un tanto atípico. Al contrario de lo que muchos puedan esperar, aquí el modo multijugador se juega con cartas, en lugar de copiar y pegar el modo un jugador. Opción muy interesante y que puede haber cogido por sorpresa a aquellos jugadores que hayan comprado una copia de 'Natural Doctrine'. Es curioso el trabajo realizado por Kadokawa en este aspecto. Por buscar un símil, esta modalidad en línea es parecida al famoso juego de cartas de Magic The Gathering, salvando las distancias claro.

El juego es tan simple como escoger nuestra propia baraja de cartas y combatir contra otros jugadores. Hay varios tipos de mazos que podremos ir desbloqueando conforme vayamos ganando puntos. Una de las opciones es poder editar el nombre de nuestros mazos tal y como nos parezca y los componente de dicho mazo claro. Tendremos un total de ocho cartas en nuestra mano con diferentes tipos de criaturas. Desde humanos hasta goblins y otros tipos de especies. Hay varias categorías de cartas. Bronce, Plata y Oro. Ya os podéis imaginar el significado de esto. El Oro serán los personajes más poderosos. Un modo interesante de juego.

Además de la modalidad competitiva, el modo multijugador nos da la opción de jugar en cooperativo con otro usuario. 'Natural Doctrine' nos ofrece la posibilidad de crear nuestra propia sala de juego, hacer una partida rápida para no perder tiempo en crear salas, ir directamente a una búsqueda de estas o partidas con amigos que tengan el juego. Poco trabajo técnico, pero lo saben suplir con un gameplay estratégico muy bien llevado y una opción multijugador interesante. Es una lástima que las salas estén poco menos que vacías y el juego llegue íntegramente en inglés -pero fácil de entender gracias a la ausencias de modismos típicos-.