Análisis Max Payne 3

Regresa el Tiempo Bala

Max Payne 3 es una delicatesen, de principio a fin, aproximadamente tenéis entre 10 y 12 horas de videojuego, sin contar el multijugador, y además es totalmente rejugable con otros modos de juego alternativos.

Los primeros minutos nos presentan el nuevo mundo de Max en Brasil, pero en cuestión de segundos tras la presentación de los personajes en boca de Max, el jugador se embarca en tiroteos frenéticos, dejándonos desde el inicio el control completo de Max Payne con su tiempo bala, y ya con tan solo unos minutos de juego vemos el excepcional control del personaje y lo intuitivo que es a la hora de controlar al protagonista en cada uno de los tiroteos, que no serán pocos, os lo aseguramos.

También comprobamos el respeto que ha dado Rockstar Games a la franquicia, no se ha olvidado que el primer Max Payne es una joya gracias a Remedy Entertainment, y por supuesto no se puede olvidar de ellos ni de los fans de la saga.

En realidad no hay muchas novedades jugables respecto a las anteriores entregas, pero Rockstar Games siempre sabe darle un atractivo propio que acaba convenciendo a los conocidos y a los no tan conocidos en la serie.

La principal característica del juego sigue siendo el Bullet Time, que vuelve mejor que nunca, sigue funcionando igual, con una barrita en la parte izquierda inferior de la pantalla que se llena al eliminar enemigos y que se gasta al usarlo,  esta característica nos ofrecerá los momentos más impactantes del videojuego, sobretodo cuando nos encontramos muchos objetos en la pantalla y vemos como en cámara lenta saltan todo tipo de particular y objetos al aire mientras los enemigos caen al suelo con un realismo que en ciertos momentos nos deja boquiabiertos, todo ello aderezado con sustanciales mejoras a nivel de físicas y animaciones gracias al motor gráfico Euphoria.

Una de las principales novedades es el sistema de cobertura, un tópico en la actual generación de consolas y a su vez un obligatorio en cada videojuego de acción, quizás no sea una gran novedad ya que lo utilizan casi todos los juegos que salen al año, pero al menos te ofrece esa alternativa de no tener que estar todo el día haciendo uso del tiempo bala, y así tener una segunda manera de acabar con los enemigos sin estar de cuerpo presente antes las balas. Su función es clave en muchas partes de la aventura, pero su uso tampoco es ilimitado, ya que la IA de los enemigos es bastante inteligente y siempre buscan un flanco como para sacar a Max de su guarida y tener que buscar una nueva alternativa.

Estando a cubierto también nos dejan la opción de usar el tiempo bala, lanzarse en cámara lenta o disparar a ciegas para ver si conseguimos dar a algunos de los enemigos que intenta flanquearnos.

El tiempo bala no es precisamente una característica a explotar para que el jugador lo tenga fácil a la hora de eliminar enemigos, para nada, la dificultad de Max Payne 3 en algunas fases es demasiado elevada, incluso la cosa se pone más complicada si escogemos los niveles más difíciles del videojuego, solo apto para conocidos en el género o en la propia serie.

La primera fase nos deja ver con un poco de timidez (a causa de los demasiados minutos de cinemáticas) que Max Payne 3 es un título muy realista, desde los movimientos de Max hasta las secuencias de acción. Rockstar Games ha hecho mucho hincapié en la jugabilidad del título, un claro ejemplo es el salto con tiempo bala, en las anteriores entregas, si tu te lanzabas contra la pared había momentos en los que las traspasabas, ahora si tu saltas de lateral disparando contra una pared o tienes en el camino un obstáculo, Max se golpeara contra ese objeto o pared y caerá al suelo con pocos reflejos en el apuntado, esto le da un toque realista realmente brillante.

También hay otros detalles como cuando estas en el suelo y te levantas, Max puede tener dificultades si cuenta con dos armas al mismo tiempo, pero su lentitud para levantar no le prohíbe seguir apretando los gatillos hasta que coge una mejor postura y consigue ponerse de pie del todo.

Rockstar ha añadido una curiosa maniobra de “salvavidas” en donde el jugador puede responder al ataque del último enemigo que le hirió antes de que muera. Si tenemos los suficientes analgésicos y Max recibe un duro disparo, este caerá al suelo desfallecido y tendremos unos segundos para apuntar adecuadamente y dar el tiro de gracia al último enemigo que nos disparo. Esto no quiere decir que estemos a salvos, Max esta en el suelo y el resto de enemigos lo saben, por lo tanto intentaran cuanto antes eliminarte acercándote a tu posición.

Tampoco estando en el suelo, no quiere decir que nuestro protagonista este inofensivo, el puede girar completamente estando tumbado en el suelo, es una característica que se recoge de Max Payne 2 y que en esta tercera parte sigue siendo muy necesaria cuando nos es mas fácil atacar tumbados que ir levantándonos y dejarnos a merced de los enemigos.

En cuanto al armamento, contamos con todo un arsenal que hará las delicias de los amantes de los shooters, desde potentes escopetas de todas las clases hasta la posibilidad de llevar dos pistolas al mismo tiempo. En este apartado hay otro detalle exquisito por parte de Rockstar Games para hacer el juego un poco más realista, y es que solo podremos llevar hasta tres armas, dos si son pequeñas y una grande que Max soltará por completo en el caso de llevar dos a la vez.

En este caso, Max tendrá siempre las pistolas a la vista, no como aquellos juegos que te permiten tener un completo arsenal (que casualmente ocurría en las dos entregas principales de Max Payne) y el personaje se las sacaba de la chistera por arte de magia. Con ello veremos a Max en una mano la escopeta que no podrá utilizar y en otra la pistola, en este caso solo puede usar la pistola, pero si nos quedamos sin balas, Max se la guardara para otra ocasión y se pondrá manos a la obra con la letal escopeta, es fácil de explicar y en principio parecen detalles insulsos, pero es más interesante verlo en movimiento.

Max Payne 3 también contará con momentos “on rails” por decirlo de alguna manera, desde persecuciones en lanchas hasta saltos “al vacío” con la posibilidad de eliminar a varios de los enemigos mientras Max cae en cámara lenta al suelo. Son sin lugar a dudas algunos de los momentos más espectaculares del videojuego.

La campaña es completamente rejugable, pues hay varios modos de juego, objetos coleccionables a lo largo de cada fase como las armas doradas y los dichosos trofeos que nos harán repetir una y otra vez diferentes secuencias, más en concreto las que ocurren en cámara lenta comentadas anteriormente.