Majora's Mask cumple 20 años: ¿Es el Zelda más infravalorado de la saga?

Para muchos jugadores, The Legend of Zelda se ha convertido en una de las licencias más queridas y, por supuesto, una de las sagas que ha conseguido situar un juego en el top de favoritos de muchos jugadores, llegando incluso a formar casi toda la lista para muchos. Después de todo, son muchos los años que esta saga nos ha estado acompañando y muchos los títulos que han conseguido dejarnos sin palabras.

Uno de los más notables se presenta bajo el nombre de The Legend of Zelda: Majora’s Mask, obra que ha cumplido sus 20 años en Estados Unidos, con su estreno el 26 de octubre, y que muy pronto estará de aniversario en Europa. Pero siendo uno de los títulos que llegó como sucesor de Ocarina of Time, las expectativas eran altas y muchos jugadores no han olvidado algunas de sus características únicas.

The Legend of Zelda: Majoras Mask y su valoración no muy positiva para muchos jugadores

A pesar de que se ha convertido en uno de los juegos más destacados por su oscura historia, su cuenta atrás y la posibilidad de transformarnos en distintas criaturas gracias a las máscaras, también ha sido uno de los títulos que pudo pasar más desapercibidos. Para muchos jugadores el primer reto se presentaba con algunas de las mazmorras más llamativas de toda la saga, lo que lo convertía en una pieza digna de ser probada.

Eso sí, para otros muchos no llegó al nivel de Ocarina of Time, quedando un poco por debajo y que llegaba a ser demasiado corto y repetitivo debido a su ciclo de tiempo. Claro que, a pesar de todos los puntos, muchos jugadores disfrutan de sus grandes propuestas y no dudan a la hora de disponerse a superar sus retos constantemente. Con la Luna cada vez más cerca y un aniversario tan reciente, ¿no es momento de celebrarlo?

Disfrutar de las aventuras de The Legend of Zelda: Majora’s Mask no es complejo puesto que es posible jugarlo en Nintendo 64, GameCube, Wii, Wii U y familia Nintendo 3DS. Es momento de recordar los buenos momentos de esta obra y convertirla en una de las piezas más inolvidables pues, con los años, llegamos a comprender lo sorprendente que realmente es.