Análisis Luigi's Mansion

Con el mando de Gamecube en nuestras manos

Se estrenaba GameCube y como es habitual se estrenaba mando nuevo también. Luigi's Mansion se puede decir tranquilamente que es el primer videojuego en exprimir al 100% el potencial del mando.

Con el botón 'A' podremos hacer una acción con el elemento al que estemos arrimados (abrir una puerta, golpear un armario, ponerse a subir o bajar unas escaleras...) o si no estamos arrimados a nada disfrutar de la encantadora voz de Luigi llamando desesperadamente a su hermano: ¡¿MAAAARIO?! El botón 'B' está únicamente para apagar la linterna; la cual siempre que no haya luz tendremos encendida. Con el botón 'X' sacaremos nuestra Game Boy Horror a sacar fotos o a curiosear en los corazones de los fantasmas. Con los botones 'Y' 'Z' y 'Start' accedemos a diferentes menús y pausaremos el juego.

Con el joystick moveremos a nuestro personaje como es lógico, y hasta aquí todo lo que un mando normal puede ofrecer. Pero claro, el mando de GameCube estaba dispuesto a dar un paso más adelante. Los gatillos deslizantes 'L' y 'R' serían la prueba de fuego a pasar. Apretando el dedo sobre ellos, nuestra aspiradora succionará y espirará con la fuerza que nosotros marquemos sobre el botón. Mientras que la succión (botón 'R') está pensada para cazar fantasmas y abrir galerías, la espiración solo tendrá utilidad en cuanto podamos hacerla con fuego, agua o hielo. Por último, el mando también hace estreno de un segundo stick ('C') con el cual orientaremos la dirección de nuestra linterna y aspiradora.

La succión de ánimas es la parte más divertida del juego.

Manos a la obra

'Luigi's Mansion' cuenta con un gameplay simple de funcionamiento pero amplio de posibilidades. El sistema de juego se basa en ir recorriendo una a una todas las habitaciones que componen la mansión; sacando de cada una de ellas los fantasmas que las habitan.

El proceso para "capturar" la mayoría de los fantasmas consiste en intentar cogerlos por sorpresa con la luz de nuestra linterna y acto seguido y sin perder ni un segundo comenzar a succionar sin soltar en ningún momento el gatillo. Cada fantasma tiene un número que irá bajando a medida que forcejeemos en nuestra captura. La manera de intentar sacarle el mayor número a nuestro fantasma es girando el joystick hacia el sentido contrario del que nos quiera llevar. Esto termina de una de dos maneras: o el fantasma peleó bien y se sale de nuestra aspiración (con los puntos de succión ya inflingidos) o directamente terminamos cazando a nuestro fantasma.

En el momento que hayamos conseguido liberar un cuarto de todo ente, ánima y/o fantasma existente; la iluminación volverá a la normalidad y no podrán atacarnos más. Tan solo puede haber un fantasma a mayores que deberemos detectar y atrapar: Boo. Además, rara es la vez que con la sala ya vacía de entes no nos dejen un cofre; bien sea lleno de dinero, con un objeto especial o con una llave para la siguiente sala. Y es en la siguiente sala en lo que todo vuelve a comenzar en el repetitivo proceso de exploración de la mansión de Luigi. El sistema de habitaciones es tan predecible que le hace perder gracia al videojuego.

Todo tipo de fantasmas aparecen en cada una de las habitaciones de la mansión.