Análisis Lightning Returns: Final Fantasy XIII

(Ps3, 360)

Lightning cierra su trilogía

Página 2

Plataforma analizada: PS3
11/02/2014 15:00

Con una espada es suficiente

'Final Fantasy XIII' se olvidó de los turnos e introdujo un sistema de combate con seis roles que, combinados convenientemente entre los tres personajes por batalla, daba grandes resultados contra todo tipo de enemigos. La segunda entrega mantenía una dinámica similar y contaba con Serah y Noel como luchadores fijos, permitiendo el apoyo de monstruos domesticados que tenían solo un rol disponible y que podían ser igualmente entrenados a cambio de objetos especiales. Con la llegada de 'Lightning Returns', todo lo visto anteriormente desaparece; conviene hacer borrón y cuenta nueva, porque los cambios introducidos son muchos y muy importantes.

Lightning Returns: Final Fantasy XIII

La mayoría de trajes son bastante chulos, pero hay otros que son puro 'fan service'

Para empezar, el hecho más llamativo es que luchamos solo la mayoría del tiempo. Eso hace que, automáticamente, el sistema de roles haya tenido que ser suprimido. En su lugar contamos con los arquetipos, vestimentas para Lightning que podemos comprar en tiendas, conseguir en misiones o avanzando en la historia, y que cuentan con una serie de puntos base (ataque, poder mágico, mayor barra de BTC o recarga más rápido de la misma...) como si de una armadura completa se tratase. A partir de ahí, será necesario crear un conjunto con la espada y el escudo que nos convenga y equipar cuatro ataques como máximo (magia ofensiva, ataques físicos, defensa...), uno por cada botón de la parte derecha del mando. Podemos tener un máximo de tres arquetipos en batalla, alternables entre ellos en milésimas de segundo con L1 y R1. Es conveniente, por ejemplo, buscar un equilibrio con un traje con mucha defensa y otros dos para atacar (uno de ellos mágico para aturdir al enemigo).

Sobre el papel, puede parecer que el hecho de jugar con un único personaje limita mucho el sistema de combate, pero lo cierto es que en ningún momento éste se hace monótono. Gran parte de culpa lo tiene el aumento del nivel de dificultad respecto a las dos entregas anteriores, que hace que los enemigos siempre exijan un plus, un cambio de arquetipo constante (porque la BTC se va reduciendo) y una defensa precisa de los ataques para minimizar daños. Los combates son frenéticos y siempre nos obligan a guisarnos y comernos a los enemigos por nosotros mismos, sin ayudas de NPC para aturdir, sanar o simplemente reducir la vida del rival.  

Lightning Returns: Final Fantasy XIII

Los 'Dones Divinos' consumen puntos (abajo a la izquierda) que se recuperan al luchar

El cambio de dificultad se nota en muchos aspectos, pero el más evidente es que no se recupera la vitalidad al finalizar un combate. A ello hay que sumarle que Lightning solo puede llevar seis objetos encima y que no existe la magia blanca, por lo que curarse en combate es casi un lujo que no siempre podemos permitirnos. En las ciudades hay que aprovechar para comprar comida que nos recupere la vida y hacernos con las provisiones necesarias para no echarlas de menos cuando estemos en zonas infestadas de monstruos. Si alguna vez nos vemos en una situación difícil siempre cabe la posibilidad de escapar, pero como penalización se consumirá una hora del tiempo que le queda al mundo.

Antes destacamos la importancia que tienen las misiones en 'Lightning Returns'. Por una vez, éstas tienen un sentido y están justificadas en el argumento principal del juego, pero es que además resultan fundamentales para progresar porque, a diferencia que los otros dos 'Final Fantasy XIII', en esta ocasión no contamos con un cristarium en el que aumentar la fuerza de nuestra protagonista. Como tampoco se sube de nivel, la única forma de entrenar es completando misiones, que nos otorgarán como recompensa puntos de fuerza, magia y vida, además de un buen puñado de guiles y algún que otro objeto. Dedicar gran parte del tiempo a salvar las almas de los ciudadanos es fundamental para crecer como luchador y cumplir el papel del Redentor.

Lightning Returns: Final Fantasy XIII

Luxerion será el punto de partida de la aventura, pero poco después tendremos libertad total

Todo un mundo de fantasía

'Final Fantasy XIII' fue todo un espectáculo audiovisual y un portento técnico que parecía difícil de superar. El diseño de escenarios era sencillamente genial, así como su juego de luces o la calidad de sus cinemáticas. La segunda parte de la trilogía, aunque correcta, no fue tan vistosa, contaba con problemas serios de caídas de frames y gráficamente no se apreciaban mejoras, además de que había incluso un menor número de escenarios. Con 'Lightning Returns', Square Enix ha querido ir un paso más allá en todos los aspectos y ha mejorado todo lo presentado en las dos anteriores entregas, pero retomando además un elemento característico de los 'Final Fantasy' más clásicos y del género JRPG que sin duda emocionará a los fans: la exploración.

Hablamos, de nada más y nada menos, que de dos ciudades y dos territorios gigantescos interconectados que pueden explorarse en su totalidad desde el principio del juego, con tan solo coger un tren en Luxerion. Si en su momento nos emocionó la inmensa llanura de Paals, imaginad terrenos mucho, pero que mucho más grandes, variados y con montón de misiones secundarias por hacer y monstruos que cazar. Además, cada rincón cuenta con el incentivo de tener que recorrerlo a distintas horas del día para descubrir todos los secretos que esconde. Sin duda, este aspecto es el mejor y más emocionante de 'Lightning Returns', y compensará con creces la linealidad de los otros dos juegos.

Anterior
12 3
Siguiente2 de 3 páginas
8.5

Lo mejor

Vuelven la exploración y los vastos mapas para recorrer

Nova Chrysalia tiene tantas caras como horas hay en el día

Un sistema de combate equilibrado y exigente

Decenas de misiones secundarias

Lo peor

Caídas de frames importantes en determinadas zonas

Exceso de 'fan service' con los trajes de Lightning que hace que pierda seriedad

¿Cómo analizamos?