Análisis LEGO Harry Potter: Años 5-7

Tras conseguir un éxito arrollador con su recreación de gran parte del mágico mundo creado por J.K. Rowling, los chicos de Warner Bros. y Traveller's Tale Games vuelven para terminar de narrar aquello que empezaran con el carisma y el humor que siempre ha caracterizado al universo LEGO, del cual se hacen responsables desde hace aproximadamente cinco años, y cuya fórmula no han dudado en exprimir.

En esta ocasión, y como nos indica el propio título del juego, podremos revivir las aventuras que Harry, Ron, Hermione y compañía protagonizaron a lo largo de su adolescencia, basadas todas ellas en las recientes adaptaciones cinematográficas de la distribuidora: La Órden del Fénix, El misterio del príncipe y Las Reliquias de la Muerte (partes 1 y 2). Porque, a pesar de recoger la ambientación del colosal mundo que Rowling plasmó en sus libros, los juegos seguirán el guión de las películas, llevándonos a vivir todos aquellos momentos con los que la gran pantalla ha delitado a millones de personas la pasada década y dejando en un oscuro desván todos lo que hicieron a un lado las películas.

De ese modo nos encontraremos a un Harry Potter desquiciado tras el retorno de su archienemigo Lord Voldemort y cuestionado por gran parte del mundo mágico, que tendrá que aprender a defender su mente de las continuas intromisiones de su enemigo, enseñar a sus compañeros a defenderse de las artes oscuras y distinguir entre la verdad y la mentira en su quinto año en Howarts. A un mundo en peligro, en el que los mortífagos (aquellos magos que han jurado lealtad a Voldermort) no quieren permanecer más a la sombra y reclaman derechos sobre los muggles (humanos carentes de poder mágico), un mundo en el que Albus Dumbledore, gerente del colegio Howarts, de magia y hechicería, empieza a unir las piezas del puzzle que llevará a Harry a derrotar a la encarnación del mal, mientras éste hace sus indagaciones acerca del extraño "príncipe mestizo" que le descubre un mundo de logros y proezas desconocidas para él, todo a lo largo de su sexto año en la escuela. Por último, nos enfrentaremos a una serie de desafíos, a cada cual más increíble y espeluznante mientras intentamos encontrar y destruir todos los retazos que Voldemort ha esparcido de su alma por el mundo.

Todo ésto y mucho más será lo que nos ofrecerá el juego, enfundándolo en el traje de carisma y diversión que siempre ha caracterizado a todas las obras de los británicos de TT Games, que han perfeccionado su técnica hasta límites insospechados, consiguiendo una amena mezcla de acción, plataformas y puzzles a lo largo de una aventura en la que premia un desenfadado humor dispuesto a arrancarnos más de una sonrisa de haber tenido el placer de conocer el mundo de Rowling de antemano.

Desde su aparición en 2005, la saga LEGO ha portado con orgullo junto a su nombre el de obras cinematográficas de la talla de Star Wars, Indiana Jones o Piratas del Caribe, logrando con ello una atractiva mezcla que nos ido deleitando y sorprendido por el ingenio con el que se han plasmado todos los detalles de dichas obras, como si se trataran de una reconstrucción sobre la mesa hecha con el mítico juego danés. En 2011, sin ir muy lejos, se nos han ofrecido hasta tres juegos de la franquicia, siendo ésto el ejemplo más claro de su éxito y aceptación por parte del público.

Si bien la continuidad y la obsesión por el detalle y la mejoría se ha ido viendo entrega tras entrega, la saturación de la fórmula también ha mostrado indicios que demuestran que está ahí, y cada día más viva que el anterior. Una saturación que, si bien se combate con elevadas dosis de diversión y logrados cambios de registro, roza dosis alarmantes en apartados como el técnico y el jugable.

Este debate podría llevar a más de uno a afirmar sin pudor alguno que el título no tiene trabajo detrás, lo que sería faltar a la verdad, pues durante el transcurso del mismo, que puede superar la treintena de horas de querer el jugador a los mandos completar el cien por cien del juego, asistiremos a un total de veinticuatro niveles que se irán intercalando tras fases de duración más reducida.