Opinión
Una vez más, la redacción de Blogocio hace sus cábalas sobre la inminente feria que se celebrará del 19 al 22 de septiembre en Tokio
Este debería ser un Tokyo Game Show potente. Una feria en la que Nintendo tratara de convencer al público japonés de que su consola es la mejor opción, de cara a reforzarse antes de la llegada de sus dos competidoras. Una feria en la que Sony demostrara que para ellos el público oriental sigue teniendo la misma importancia de siempre. Una feria en la que Microsoft intentara rascar algunas ventas en territorio enemigo, algo sumamente complicado pero que intentó con ahínco en la actual generación. Eso debería ser. Y sin embargo, nada de eso parece que será.
Todo apunta que las tres compañías irán a lo seguro, a mostrar un poco más de lo ya conocido, pero que no arriesgarán con nuevos anuncios ni sorprenderán con nada que no sepamos de antemano. Nintendo y Sony saben de su posición dominante en el mercado, y saben que la batalla no se va a decidir en el TGS. Microsoft ha aprendido la lección, y su Xbox One ni siquiera llegará el 22 de noviembre a territorio japonés. Su estrategia empezará más adelante. Las tres aterrizarán en Japón con idea de mostrar su catálogo exclusivo, mientras que las third party serán las que podrían reservar sorpresas.
Puede que alguna muestre algún título o contenido interesante, del gusto nipón. Por lo tanto, los amantes de este tipo de juegos pueden tener algo que llevarse a la boca durante los días que dure la feria, pero en principio no promete demasiado. Demasiado cerca del lanzamiento de las nuevas sobremesa como para deparar algo más que las simples ganas de ver cerrar el círculo de la nueva generación. Con esas expectativas, las compañías no tienen mucho más que añadir. Miguel Alcántara
Una nueva sesión de TGS se aproxima con pocas novedades en el horizonte relacionadas con Nintendo. Expectativas casi nulas para la feria nipona donde una de las plataformas de la firma debería estar sí o sí. Ya sabemos que Nintendo "pasa" del Tokio Game Show desde hace años en beneficio de una celebración propia, pero ¿no es mejor un escaparate más social, más abierto que un cerrar las puertas de casa y esconderse cual ermitaño? Wii U necesita aparecer en todos los escaparates posibles, el más brillante de Japón no lo pisa. Caso contrario es Nintendo 3DS que directamente funciona ella sola, es autónoma, cuatro cosas por allí y por allá y a vender.
Creo que el peso de los grandes anuncios de la industria ha sido absorbido casi del todo por el E3 en los últimos años. Hace unas semanas hemos comprobado como un año más la Gamescom ha quedado simplemente como una feria "rebote" del evento angelino, mostrando gran cantidad de material ya conocido, solo con novedades muy puntuales.
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