No es la primera vez, ni será la última. En los últimos años, muchos casos de censura han azotado a la industria de los videojuegos. Es algo que surge a raíz de la cultura o del pensamiento político, tal y como pasó con Kingdom Hearts 3 en China. Muchas polémicas giran en torno a cambios gráficos en las diferentes ediciones de un mismo videojuego, lo que hace extremadamente evidente la censura.
En este caso os hablamos del esperado Remaster de Final Fantasy VIII , que ha llegado a las consolas de nueva generación. Muchos recordaréis el juego en su flamante lanzamiento en PSX, así que seguramente os déis cuenta de por qué hablamos de censura en este caso. El diseño de Sirena, una de las invocaciones dentro del juego de Square Enix, es donde se ha hecho evidente un cambio.
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Se trata del atuendo de la invocación. En la versión de PSX, Sirena lleva una falda que le cae por los laterales de las piernas, pero que no cubre sus partes “nobles”, digámoslo así. En la versión de PS4, la falda se ha modificado para cubrir por completo la cintura del personaje. No es la censura más escandalosa que hemos visto, pero a los fans no le ha gustado que pase esto en un juego que lleva ya 20 años en el mercado





