Análisis Kid Icarus: Of Myths and Monsters

Mission Possible

Sin duda, la gran mejora del regreso de Pit es una curva de dificultad real permitiendo avanzar a todo tipo de jugadores al menos en los niveles iniciales y descubrir las bondades de esta plataformera aventura. Todo está mucho mejor distribuido, tanto las plataformas como los enemigos e incluso los puntos de guardado tras cada nivel bien recibidos por la también crecida longevidad del producto.

Un cartucho de lo más buscado.

Tres son los mundos que recorreremos en busca de los Tesoros Sagrados los cuales nos otorgarán nuevos poderes o habilidades de cara al último tramo de juego, siendo este diferente dependiendo de los objetivos cumplidos, lo que sin duda resulta uno de los grandes detalles de este clásico monocromo.

Eso sí, cada mundo se divide en cuatro niveles esperándonos en el último de ellos un duro enfrentamiento que decidirá el obtener o no el tesoro que su guardián custodia. Duelos de gran intensidad aptos sólo para expertos.

Mejorando lo presente

Que en el reluciente Uprising se haya hecho hincapié en la mejora de armas y habilidades no es algo nuevo ya que este Myths and Mosters no se queda corto en dicho aspecto haciendo de Pit la “nueva” Samus Aran. Tocará buscar por los niveles entradas secretas y la forma de acceder a ellas para conseguir armas, habilidades e incluso mejoras. Deberemos estar atentos si queremos ir bien equipados para superar el juego ya que no podemos volver a niveles ya acabados y buscar secretos que hayamos dejado atrás.

En las tiendas ocultas podemos, por ejemplo, comprar martillos con los corazones que recolectamos de los enemigos abatidos para abrirnos paso a estancias inaccesibles de otro modo. Zonas de desafío repletas de enemigos y en las que incluso el mismísimo Zeus nos pondrá a prueba.

Las salas secretas son abundantes.