Juegos de navegador: ¿Son tan cutres como se cree?

Accesibilidad

Los juegos de navegador son los únicos que pueden presumir de esta característica. Una vez tenemos nuestro PC y conexión a internet, cargamos una página web y en unos segundos ya estamos echando unas partidas. Ni instalación, ni conocimientos en informática ni nada raro, tan solo poner y jugar. Nada de compras, y si no te gusta, siempre puedes cambiar el juego.

Salvando las distancias, esta característica es similar a lo que propuso Nintendo con Wii, un sistema de juego al que pudiese llegar todo el mundo, de todas las edades y sin conocimientos previos sobre videojuegos (como explicaré a continuación).

Sencillez

En el buen sentido de la palabra, y muy relacionado con el término anterior. La mayoría de videojuegos para navegador tienen una mecánica simple. Los desarrolladores son conscientes de que el usuario busca entretenimiento casi instantáneo, por lo que dar demasiadas explicaciones sería contraproducente. Si hay tanta competencia, mientras antes te enganche, ¡mejor! Por supuesto que hay excepciones, desarrolladores que prefieren una historia más compleja, pero son los que menos.

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Realmente, si hablamos con algún familiar mayor, nos comentará (salvo excepciones) que ya no tiene edad para jugar a videojuegos, porque cada día que pasa se vuelven más complejos. En los mandos de NES tan solo había A y B, en la SNES se sumaban X e Y, y hoy día hay que hacer un combo de cuatro botones para comprar el pan. Son muchas opciones, que asustan de primeras a una persona que no ha crecido con esa progresión de dificultad en el control. Para ellos, los videojuegos de navegador suponen un reencuentro o un primer contacto con el mundo gamer.

Algunos videojuegos de navegador han apostado por el modelo clásico de flechas de movimiento y dos botones, para saltar y pegar o similares. Otros desarrolladores prefieren que se utilice únicamente el ratón. Y ojo, que una mecánica sencilla no implica una dificultad baja como veréis a continuación.

Adicción

Algo que surge como consecuencia de los dos conceptos anteriores. Si te apetece jugar a algo rápido porque en cinco minutos te tienes que ir, ¿vas a encender una consola? Mucha gente lo hará, pero entre encenderla, cargar, y ponerte a jugar ya se te ha ido el tiempo. Si estoy sentado en el PC, cargo un juego de navegador y me echo una partida.

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Con este panorama se han presentado muchísimos títulos que realmente son minijuegos, de los cuales algunos son realmente adictivos y nunca pasan de moda. Juegas y en un minuto ya has perdido, te han matado o similares, pero es que en dos segundos estás empezando una nueva partida. Es un no parar, como un salón de recreativas gratuito. 

Precio

Y hablando de dinero, este es uno de los grandes puntos a favor de los juegos de navegador porque… ¡son gratuitos! La gran mayoría apuestan por el free to play, aunque últimamente se está dando la tendencia de incluir una opción de pago con dinero real para tener ciertos privilegios dentro del juego.

Que los juegos sean gratuitos es la mejor forma que tienen los pequeños estudios para promocionarse. Ellos se dan a conocer y nosotros jugamos, así que todos contentos, ¿no?

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Originalidad

Hacerse un hueco entre las grandes desarrolladoras de videojuegos es todo un privilegio, pero requiere ser muy bueno y ganarse al público. En Steam Greenlight o Kickstarter vemos cómo diariamente se presentan juegos y proyectos llenos de calidad que finalmente no alcanzan su objetivo.

La competitividad es muy grande en los juegos para navegador. Hay muchos, muchísimos, así que al final solo los mejores son los que se dan realmente a conocer entre la gente. Esa necesidad de destacar hace que los desarrolladores den lo mejor de sí en cada título, y presenten cosas muy muy interesantes.