Análisis inFamous: Second Son

Si no os gusta ser el niño bueno, siempre podéis optar por ser el cabr****** de turno. Un bicho malo que solo conoce una forma de hacer las cosas, a las bravas, mucho peor que por las mala por supuesto. Para todos aquellos que hayan jugado a las otras entregas sobra explicarlo, pero seguramente hay jugadores que se estrenan con este. Bien, la forma más rápida y sencilla de convertirse en el demonio es arrasar con todo lo que te encuentres. Mata civiles, no los ayudes, en lugar de aprisionar enemigos absórbelos, haz grafitis ofensivos, lleva por el mal camino a cierto personaje, no salves a tus amigos, etc. La recompensa de ser así, es un arsenal de poderes devastador, nada comparable si somos buenos. Con el karma en modo maligno, las habilidades son destructivas, imparables, todo un gusto usarlas. Decidid vuestro camino.

Ser bueno o malo solo se consigue de una forma determinada, pero a la hora de desbloquear poderes la acción es la misma para ambos. Accediendo al menú de opciones, encontraremos tres secciones, una es el mapa de Seattle, que luego trataremos, una de perfiles y el árbol de habilidades. Estará ramificado en cada uno de los poderes que tenemos a nuestra disposición y para poder acceder a ellas debemos encontrar fragmentos. Estos servirán como moneda de cambio poder desbloquear y mejorar una serie de ellas, siempre que lo admitan. Por ejemplo podemos mejorar la absorción de humo, aumentar la cantidad de proyectiles a lanzar o el daño que hacemos con el combate cuerpo a cuerpo.

¿Dónde encontrar estos fragmentos? Bueno pues en tres sitios. Uno de ellos es una serie de vehículos-cabina que hay repartidos en algunas zonas del mapa. Son fuentes de energía para la D.U.P por lo que estarán custodiados. Tras destruirlos, los cristales se esparcirán por la zona, con absorberlos pulsando el panel táctil del Dual Shock 4 será suficiente. Otra forma de recogerlos es destruyendo las zonas de escaneo táctil. Estas zonas, con que se usen una vez es suficiente, salvo que busquéis gresca fácil y gratuita… La última opción es destruir droides voladores, un par de disparos y caen rápidamente. La ejecución es la misma para hacerse con los fragmentos, os acercáis a ellos y con el panel táctil para dentro.

Fin a la ocupación

Vamos con la ciudad de Seattle y todo lo que puede ofrecer la urbe. Toda la ciudad está ocupada por la D.U.P. ¿Toda? Sí, aquí no hay pequeños reductos de nada, hasta que llegamos nosotros y cruzamos el umbral. La ciudad está dividida en dos partes y cada una de ellas en barrios. Aclarar que no hay zona bloqueada en ningún momento, desde el inicio cada rincón es visitable y transitable. Al igual que en los títulos lanzados en PlayStation 3, la mecánica de desplazamiento por el mapa se mantiene intacta. A nuestros pies se alza una ciudad enorme y detallada en la que podremos hacer de todo. Escalar edificios, rescatar a personas, realizar sub-misiones o seguir el hilo principal de la historia.

Al ser un juego de un marcado estilo sand-box, podremos movernos por donde nos plazca. La única salvedad son las zonas acuáticas de mayor profundidad. Delsin, al igual que Cole, es alérgico al agua. La electricidad y el elemento acuoso no se llevaban bien y el humo/fuego pues como que tampoco. Esperamos que algún día esto se revierta. En cuanto a las tareas a realizar, a las ya comentadas hay que sumar una primordial, acabar con la ocupación de la D.U.P. Para ello tendremos que reconquistar el terreno por barrios bajando el tanto % de ocupación. Eliminado las cámaras o las zonas en rojo iremos reduciéndolo hasta 0. Esto abrirá nuevas misiones secundarias para darle un poco más de longevidad al juego, ya de por sí bastante completito.

Es un juego muy rejugable claro. Por un lado está el conseguir todos los trofeos que se han incluido en la obra, que nos dará para un buen pico de horas. Por otro lado tenemos los dos caminos que podemos recorrer, el camino del bien y el camino del mal. Cada uno desbloquea diferentes modos de vivir la historia y el devenir de una serie de consecuencias. Exactamente igual que los dos anteriores, esto no cambia nada. En cuanto a modos multijugador en línea, nada y ni faltan le hacen a un título que es una historia personal, para vivirla por uno mismo. Para meterlo con calzador, como es el caso de otros, mejor estarse quieto y centrarse en la aventura principal.

Que empiece la nueva generación

No es el primer título de la nueva generación que sorprende por su apartado técnico. Killzone mismamente, que fue título de estreno, ya dejaba claro desde un principio que PS4 es una máquina bastante capaz. Claro que una cosa es un shooter de tira para adelante y mira que bonitos esos fondos que no vas a visitar y otra es lo que presenta inFamous: Second Son. El juego de Sucker Punch entra directamente por los ojos, a lo bruto y sin contemplaciones. Desde la primera imagen vemos en nuestra retina hasta que damos con nuestros pies en la ciudad de Seattle, todo se ve absolutamente espectacular. No hay nada que reprochar al trabajo que ha hecho el equipo. Bueno sí, hay alguna que otra cosilla, pero primero lo bueno.

Solidez, claridad y nitidez es la mejor forma de describir a 'Second Son'. Estamos ante un título brillante en todas sus facetas. A nivel de texturizado global, el juego presenta una calidad notable en todas y cada una de las texturas que conforma no solo la ciudad, también los alrededores. Si hay algo que destacar, es el previo a la entrada a la ciudad, la zona del puente y el túnel. Si esperáis que el nivel decaiga tras eso, estáis equivocados, todo está perfectamente diseñado. Uno de los temores más preocupantes es el streaming de texturas, pero que no aparece por ninguna parte dejando un sabor de boca muy dulce ante el despliegue visual. Un trabajo digno de nota en este apartado.