The Last Story (1ª parte)

Impresiones

Página 3

19/01/2012 08:00

La historia, que progresa con una buena velocidad narrativa, nos hace tomarnos un respiro al cabo de un rato y nos permite, mediante un flashback, ir descubriendo qué hacemos allí e ir conociendo a todo el grupo de mercenarios del que formamos parte (un total de seis personas, cuatro presentes en la cueva). La gama de personajes es amplia, y el carisma y la personalidad derrochada por cada uno de ellos hará que vuestro estómago se encoja al vivir un mal momento a su lado y que varias y sonoras carcajadas salgan disparadas de vuestro pecho con cada broma.

Tenemos a Zael, nuestro protagonista, un jóven que ha vivido solo y con el sabor del dolor en su paladar toda la vida. A lo largo de la historia se dará cuenta de que, sin quererlo, ha descubierto un enorme poder, que le servirá para vivir todo tipo de emocionantes y alocadas aventuras. Luego tenemos a Dagran, el sabio y autoproclamado líder del grupo, al que todos respetan y siguen. Zael fue el primero con el que se encontró Dagran antes de formar el grupo, siendo ambos muy jóvenes, y siendo entonces cuando se decidieran a fundar la banda que son en ese momento.

Por otro lado tenemos a Syrenne, una chica simpática, alegre y entrañable, que nos sacará continuas sonrisas con sus frases, a cada cual más socarrona, con su actitud y con sus interminables quejas. Bebedora empedernida, Syrenne nos dejará frases como "Oh Díos mío, llevo un día sin beber y creo que ya me tiemblan las manos." en mitad de momentos en los que la tensión nos agarrota el cuerpo, liberándonos y haciendonos reír como pocas veces hayamos hecho. A Syrenne se le suma Yurick, el mago del grupo, frío y distante, un jóven muy serio, de pasado incierto pero que ha demostrado su confianza y por el que todo el grupo siente una extraña debilidad, una necesidad de cuidar.

The Last Story

Para concluir el grupo está Lowell, un auténtico Don Juan que no para de tener encontronazos con Syrenne, la única chica que ¿puede presumir? de que no haya intentado ligar con ella. Las escenas en las que ambos hagan acto de aparición son dignas de mención por las elevadas dosis de humor que contienen.

Este variopinto grupo es francamente carismático y es protagonista de una trágica historia acerca de la lucha de clases, de la soledad y de los sueños sin cumplir. Sí, peca de clichés, sin ir más lejos en los personajes, pero, os aseguro que en cuanto os pongáis a los mandos, la magia y la chispa de Mistwalker empezarán a hacer estragos en vosotros. Todos los que os hayáis emocionado y conmovido con Lost Odyssey disfrutaréis del guión y de la magia puesta en esta ocasión, muy similar.

A la hora de los flashbacks, y en determinadas historias, pasaremos a vislumbrar cinemáticas generadas por ordenador muy sutiles que, aunque no hacen gala de una calidad impecable, como las de Square Enix en sus Final Fantasy, logran que "el volver a la realidad", retornar al motor ingame, no nos choque, siendo la diferencia entre secuencias y gameplay (dentro de lo que cabe) razonable. Ésto es un elemento bien pensado y que en la práctica resulta muy efectivo, haciendo que a veces nos preguntemos si estamos viendo una animación o si seguimos jugando, ininterrumpiendo la fluidez y velocidad del título pero aumentando al mismo tiempo, de forma ligera, la nitidez, definición y el grado de detallismo

En ocasiones, cuando se da un salto temporal más amplio de lo normal (pasamos de un día a otro, de estar en el centro de una cueva a sus puertas, de ver el sol en lo más alto a encontrarnos en una noche de luna llena...) la pantalla se pondrá en negro y un narrador pasará a leer unas cuantas líneas a modo de resumen de los hechos sucedidos antes del salto temporal, durante el mismo y como un breve e inconexo vistazo al futuro. Así pues el desarrollo durante los primeros minutos es sorprendentemente directo y ágil, no dándonos ni un minuto para respirar.

The Last Story

Terminado el flashback al que hacíamos mención (en el que no aparece todo lo mencionado ni mucho menos, simplemente lo hemos adelantado para no repertirnos después) nos adentramos en una sala en la que descubriremos otro fundamental elemento del sistema de combate, el modo magnetismo. Con él, asignado al botón hasta ahora vacío, C, llamamos la atención de los enemigos y vemos cuál será la próxima dirección a la que se dirijirán. Además, en este modo, al acercarnos a nuestros compañeros caídos podremos resucitarlos. Este modo de revivir no es infinito, ni mucho menos, ya que cada personaje tiene un tiempo máximo para ser revivido (una pequeña barra descendiente nos lo marcará) y puede aspirar a volver a la vidad un máximo de cinco veces, nosotros incluídos, a pesar de que a nosotros no nos deba resucitar nadie (se hará de forma automática).

En el nivel, que, en el fondo es un divertido y bien camuflado tutorial, seguimos avanzando practicando estrategias con el modo magnetismo. Un ejemplo es una lucha encima de un puente sobre el vació, paralelo a otros puentes similares, llenos de arqueros. Tendremos que destruir por medio de magia los puentes de los arqueros y para ello deberemos ser el centro de atención y evitar que nadie dispare a nuestro mago, Yurick. En determinados momentos vislumbramos como parece ser el sistema de "entrenamiento" para mejorar el nivel de nuestro grupo al observar unos extraños círculos rojos sobre el suelo. Denominados "círculos de invocación rojos", atraen enemigos si usamos magnetismo sobre ellos, haciéndonos pelear así de nuevo y ganando más experiencia.

El final del primer capítulo, el tutorial, acabará con una batalla contra un jefe final y sus secuaces que exigirán con dureza y sin opción de fallo que demostremos todo lo aprendido hasta ese momento.

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*Hasta aquí nuestra primera parte de las positivas impresiones de The Last Story, mañana tendréis la segunda, llena de detalles sobre la ciudad, entorno en el que gira el juego, y la progresión lograda a lo largo de nuestra partida.


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