Dragon's Dogma

De todos modos el hecho de no influir en las heridas de nuestro enemigo o de no poder hacer nada a la hora de escalar más que machacar un botón no lastró demasiado el combate dado que la quimera se encargó de que no nos aburriéramos, teniendo una variedad de estrategias, como decíamos antes, admirable, que provocaban situaciones tan espectaculares como la de la imagen, solventada en un trepidante quick time event.

...a campo abierto

El segundo nivel cambio nuestros roles colocándonos en la piel de un arquero que usaba un par de dagas a cortas distancia. Si habíamos quedado sorprendidos por la variedad de movimientos del guerrero, la del arquero nos encandiló duplicando lo anteriormente visto: tirar flechas de forma normal, aumentando nuestra precisión o la capacidad de perforación de éstas, en forma de lluvia, prendiéndolas fuego... por no hablar del combate con las dagas.

En esta ocasión el nivel nos ponía de inmediato a luchar con el grifo que sobrevolaba el enorme escenario (que no pudimos llegar a exlorar del todo por culpa de múltiples barreras invisibles, que suponemos que son cosa de la demostración). Una robusta ciudad ante nosotros, un campamento de bandidos detrás, un frondoso bosque o unas místicas ruinas componían un escenario con rocas, desniveles e incluso elementos acuáticos (un río de escaso cauce).

Los escenarios pondrán el broche de oro a la ambientación medieval

El combate era toda una odisea llena de situaciones. Tan pronto el grifo bajaba a combatir a tierra como huía por el cielo. En determinados momentos nos acercábamos e intentábamos subirnos al lomo de la criatura mientras que en otros nos replegábamos para recuperar vida e intentar acertar desde lejos. Derribarlo con fuego fue la estrategia más útil.

Durante el impactante combate vimos con claridad la también trabajada (junto a la de los enemigos finales, que como mencionábamos antes, es sobresaliente) inteligencia artificial de nuestros tres aliados. Si bien es cierto que no parece incomprensible la ausencia de un modo multijugador online a estas alturas, la consola rinde a un gran nivel, atreviendose a darnos órdenes bastante acertadas, ofreciendo combinar ataques o demandando nuestra colaboración mediante breves escenas en las que se paraba el juego, que esperemos que a la larga se desactiven para no influir demasiado en el ritmo de juego.

El combate con el grifo fue toda una demostración de como hacer bien una inteligencia artificial

Poco más a decir sobre el apartado jugable. En definitiva el juego tiene una "chispa" propia bastante agradable. El sistema de combate hará las delicias de los más exigentes al ofrecer una gran variedad de movimientos o de objetos (que no pudimos ver) para combatir contra los enemigos. Si bien tiene cosas que le lastrarán de sobremanera (como la ausencia de multijugador online) la verdad esque los fallos a corregir son pocos (ciertos movimientos de la cámara, sistema para fijar blancos, habilidad de agarrarnos...), por lo que existe tiempo de sobra para hacer las cosas perfectas.

Lamentablemente no pudimos indagar con los elementos roleros del título en exceso así que deberemos conformarnos con lo que sabemos de cosas como la evolución de las clases, por ejemplo.