Homefront: The Revolution

Deep Silver Dambuster asegura haber aprendido de los errores de 'Homefront' escuchando a los jugadores, que se quejaron de lo poco plausible de que de la noche a la mañana Corea del Norte lograra invadir Estados Unidos. En esta ocasión se nos presenta una trama alternativa que "reinicia" la historia y que nos lleva a Filadelfia, ciudad simbólica por ser donde se firmó la Declaración de Independencia de Estados Unidos y que los coreanos tienen totalmente ocupada. Nuestro objetivo es liberarla punto por punto con medios mucho más rudimentarios que el ejército del KPA, que cuenta con tecnología muy avanzada para vigilar y controlar a los ciudadanos sitiados.

Otra de las mayores críticas que recibió el original fue su planteamiento excesivamente lineal. Eso es algo que en esta ocasión se ha cambiado; el juego apuesta por escenarios muy abiertos que ofrecen muchas posibilidades de avance, estando además dividido entres grandes zonas, todas ellas dentro de la ciudad de Filadelfia. La primera de ellas es la Zona Amarilla, un gueto donde el KPA tiene aglomerada a toda la población nativa de la ciudad, que vive hacinada y donde son fácilmente controlables. Por otro lado encontraremos la Zona Verde, zona histórica de Filadelfia que está ocupada por el ejército del KPA, que tiene allí su cuartel general, desde donde controla la seguridad de la ciudad (allí se encuentra nuestro objetivo final).

Esta demostración jugable de Gamescom 2015 ha tenido lugar en la Zona Roja, un territorio derruido, lleno de escombros que evidencian que allí ha tenido lugar un conflicto armado. Allí también encontramos el escenario principal donde nuestros guerrilleros combaten como pueden a los coreanos, que no lo tienen fácil para repelernos.

'Homefront The Revolution' se basa en un concepto de shooter tradicional en el que nuestro modus operandi son básicamente ataques sorpresa para después correr hasta ponernos a cubierto antes de que vengan los refuerzos. Nos podremos unir a varias unidades de la guerrilla que encontraremos diseminadas por el juego o ir en solitario para ir capturando varios puntos estratégicos. Tendremos un smartphone en el que podremos elegir nuestro siguiente punto de ruta, aunque para llegar a él tendremos que ir con mucho cuidado evitando las patrullas del KPA, que por cierto cuentan con unos drones vigilantes que si nos detectan pedirán refuerzos, lo que nos obligará a poner tierra de por medio.

Los efectivos del KPA constan, además de estos drones, de soldados armados hasta los dientes y vehículos de infantería blindados que nos lo pondrán muy difícil, aunque nosotros tenemos nuestra propia estrategia para salir airosos de cada enfrentamiento. Tenemos que aprovechar el terreno lleno de escombros para diseñar planes de ataque sorpresa y poder asaltarles sin ser avistados y para ello contaremos con un amplio arsenal de armas totalmente personalizables. La personalización no es un mero detalle opcional para dar más variedad al juego, sino una obligación para lograr adaptarnos a cada situación sacando todo el partido a nuestras herramientas.

Desde un primer momento podremos añadir y quitar ítems a nuestras armas, como mirillas, refuerzos, supresores, etc, por ejemplo convirtiendo nuestra recortada en un útil lanzagranadas o nuestro rifle automático en uno de precisión. No solo tendremos armas de fuego, sino herramientas más propias de la guerra de guerrillas, como cócteles molotov, explosivos que podremos detonar o una útil ballesta con la que lograremos acabar con patrullas enteras sin levantar la alarma. Por otro lado, una de las herramientas de guerrilla más divertidas es el coche teledirigido con explosivos, que podremos introducir entre las patrullas controlándolo para luego detonarlo a distancia.

Una de las novedades más interesantes que hemos podido probar es el uso de una motocicleta clandestina para lograr ir de un punto a otro a toda velocidad entre las patrullas enemigas, aunque suponemos que no será el único vehículo que podremos controlar en el juego. El control de la motocicleta, en primera persona, es bastante divertido por lo abrupto del terreno, teniendo que esquivar y saltar por rampas improvisadas en todo momento.

Técnicamente el juego ha sido mostrado a puerta cerrada tanto en PC como Xbox One, y lo cierto es que sí hemos notado notables diferencias visuales entre unos títulos y otros. En PC los efectos de iluminación y la alta resolución de las texturas dejan bastante atrás a lo logrado en Xbox One, donde el conjunto se muestra bastante plano y sin vida, con un aspecto intergeneracional, aunque os recordamos que se trata de una versión preliminar. Artísticamente el juego podría haber dado mucho más de sí, también es cierto.

Más allá de capturar los diferentes puntos para ir conquistando esta Zona Roja, los objetivos en el tiempo que hemos podido probar 'Homefront: The Revolution' en ningún momento han estado relacionados directamente con la trama, algo que ciertamente le resta algo de interés a las misiones. Esperamos que narrativamente se explote el interesante conflicto entre resistencia norteamericana y ejército coreano, ya que en nuestra opinión es una de las grandes bazas del juego y sería una pena que quedara en un segundo plano.