Análisis Goldeneye 007

Basado en la película protagonizada por el espía James Bond y estrenada en 1995, GoldenEye 007 llega a Wii con la intención de convertirse en uno de los shooters emblema de la consola. De momento, el juego se ofrece solo o en un pack con un exclusivo Controller Pro dorado, una edición especial del mando clásico de Wii que sólo podréis encontrar en este juego.

La declaración de intenciones de Activision es clara. Se llama Bond, James Bond, y a vuelto a Wii, Nintendo Wii.

Historia:

La historia de GoldenEye 007 para Wii será más o menos la misma que acontecía en la versión publicada hace unos 15 años en Nintendo 64. El juego nos podrá en la piel del nuevo agente 007, Daniel Craig, agente secreto británico con la misión de recuperar GoldenEye, la llave para el nuevo arma nuclear ruso.

Es difícil adaptar una obra como lo fue GoldenEye para Nintendo 64 a los tiempos modernos, pero podemos decir que el equipo de desarrollo encargado de llevarlo a cabo ha hecho un buen trabajo, adaptando las situaciones a posibilidades más modernas, cambiando el protagonista con un resultado bastante bueno, y con pequeños cambios en el guión que no desmerecen la historia.

GoldenEye era un referente argumental hace 15 años y lo sigue siendo ahora.

Gráficos:

Wii no es una consola que brille por su apartado gráfico, y eso lo sabemos desde que fue lanzada al mercado. Si bien hay juegos que lo explotan usando técnicas de cell shading y otros apartados artísticos totalmente originales, los que optan por una opción realista no salen muy bien parados.

Con esto no quiero decir que no tengan cabida en Wii juegos realistas, ahí vemos grandes juegos como The Legend Of Zelda: Twilight Princess, Modern Warfare Reflex, o el mismísimo Endless Ocean. Como dicen por ahí, no importa cuantos medios tengas en tus manos, si no cómo los utilices.

Si recordamos el apartado gráfico que lucía GoldenEye en su versión original en Nintendo 64, vemos que se intentó un apartado gráfico realista, que si lo vemos ahora nos parece de todo menos real. En la versión para Wii se ha querido revivir el clásico en todos los sentidos, y esa es la magia y personalidad de la que puede presumir este juego.

Si bien nos encontramos a lo largo de la aventura unos modelados algo pobres y texturas de baja resolución, el último sabor que nos deja es sin duda muy dulce. Es maravilloso ver ciertas partes del juego remodeladas para la consola blanca (aunque esto de blanca ya no tanto), siendo ligeramente diferentes a los originales pero manteniendo su estética, estilo y saber hacer de la época.