Análisis Forza Motorsport 6

Amor por el automovilismo

‘Forza Motorsport 6’ es, sin temor a equivocarnos, el mejor juego de la franquicia. Un salto cualitativo que viene marcado por una propuesta jugable traducida en una amplia variedad de modos de juego con decenas de horas de por medio, más de 450 vehículos y que en definitiva se convierte en todo un monumento a la diversión dentro de los títulos de automovilismo y simulación. A ello hay que sumar un apartado técnico de auténtico escándalo, que si bien no llega a sorprendernos tanto como lo hiciera en ‘Forza Motorsport 5’ debido al salto generacional, la resolución 1080p, 60 imágenes por segundo y el enfermizo nivel de detalle en los vehículos o en la recreación de los circuitos ponen la guinda al pastel. Un pastel del que además formamos todos parte gracias a la ingente comunidad que título a título a demostrado contar la saga ‘Forza’. Una vez más, ésta se mantendrá muy presente gracias a la posibilidad de compartir diseños o reglajes.

No obstante, y sin que sirva de precedente, no todo es positivo en lo nuevo de Turn 10. El estudio se ha dejado los cuernos en transmitirnos esa sensación y amor por el automovilismo, coleccionar los coches de nuestros sueños y competir con ellos a toda por velocidad alrededor del mundo. ‘Forza Motorsport 6’ funciona como un reloj suizo en lo jugable, precisión y eficiencia, pero descuida otros apartados que en cierta manera lo afean. Son detalles, minucias, pero que se deben mencionar. Uno de ellos es el apartado sonoro, que aunque destaca por el rompedor sonido de los motores y en los que casi podemos apreciar el olor a goma quemada en la pista cuando nos pasamos de frenada, aspectos como las colisiones siguen siendo una asignatura pendiente. Otra de las asperezas, y que a estas alturas de la generación nos parecen imperdonables, son elementos como público, edificios o árboles en 2D durante las competiciones. Puede que no sean más que imperfecciones sin importancia y que muchas no recabemos en ellos cuando vamos a 300km/h, pero que hubieran redondeado en todos los sentidos el apartado técnico, más aún si tenemos en cuenta el apabullante nivel de vehículos y pistas en lo visual.

Por lo demás, y añadiendo al saco las limitadas opciones para competir en diferentes horarios del día o clima dinámico, ‘Forza Motorsport 6’ es un título que no puede faltar en Xbox One alguna. La experiencia, trabajada por parte de Turn 10 para divertir tanto a jugadores expertos o no en el género, denota esa pasión del estudio por la conducción. A lo largo del análisis hemos hablado de las sensaciones que contagian sus creadores, del anhelo por las altas velocidades y la competición. Y creednos, los consiguen y de qué manera.

Sus menús minimalistas, y que por momentos nos recuerdan a la limpieza y perfecto diseño de un catálogo de la más prestigiosa casa de coches, concisos y detallados en su justa medida gracias a que se ven potenciados por la simpática voz de turno que nos explicará, sin ahondar en pesados tutoriales, los pormenores de nuestra entrada en el mundo del automovilismo; son detalles que desde Turn 10 han trabajado para sentirnos integrados y en sintonía con el ambiente que destila la obra. Sin mencionar nombres y posibles “rivales” para ‘Forza Motorsport 6’, el título de Xbox One consigue, o mejor dicho, logra de una manera magistral, convertir la cierta monotonía que a priori pueda parecer un título de conducción, en una experiencia adictiva. ¿La clave? La constante sensación de mejora a todos niveles. El juego se encarga, como si de nuestro supervisor o mecánico de turno se tratase, de asesorarnos a medida que nos hacemos con un nombre. No hablamos de redundantes menús o avisos a cada carrera, sino todo lo contrario, cuando ‘Forza Motorsport 6’ es consciente de que hemos subidos un peldaño más en lo que a habilidad al volante se refiere.

Como os podréis imaginar la satisfacción será grande, sumadle a ello la ampliación de vehículos en nuestro garaje o algo tan simple como lograr dominar el vehículo en su dificultad Veterano. Esto, y que a simple vista podría resultar algo común para la gran mayoría de juegos, esa constante evolución y que por desgracia acaba en muchas ocasiones desembocando en la sensación de monotonía o aburrimiento, ‘Forza Motorsport 6’ lo lleva a otro nivel enganchándonos sin remedio desde el primer volumen del modo Carrera, hasta el último; desde la primera prueba de Exhibición, hasta la última curva en un cara a cara contra Stig… Y es que, en definitiva, llevamos la competición en la sangre.