Análisis Final Fantasy XIV: A Realm Reborn

Por último, y convirtiéndose en uno de los elementos más interesantes de 'A Realm Reborn', tenemos las FATE, un tipo de "misión" aleatoria que podría traducirse como "destino". Se trata, ni más ni menos, que un acontecimiento completamente fortuito que ocurre en un punto del mapa al azar, y en el que un grupo de monstruos especiales infestan la zona. En ese momento, todos los jugadores que estuviesen por ese lugar entran automáticamente en la FATE y comienzan a luchar, compartiendo enemigos y experiencia y con un objetivo concreto: Acabar con todos ellos antes de que el tiempo venza. Tras la victoria, recibiremos una medalla de bronce, plata u oro (además experiencia y guiles) en función de cómo de activa haya sido nuestra participación en la batalla.

Las FATE son completamente libres, por lo que si estamos dentro y no queremos combatir solo tenemos que salir del área infestada. Y lo mismo ocurre al contrario, si vemos que una batalla ha comenzado en un punto cercano podemos ir hasta allí y unirnos cuando queramos, aunque esté casi terminando Este tipo de acontecimientos son los que le dan vida a la ya de por sí activa región de Eorzea, y es que resulta impresionante participar en combates en los que hay más de veinte enemigos en pantalla y muchos más jugadores luchando por una misma causa, todo sin ningún tipo de ralentización ni lag por parte del servidor. Además, si estás en una región con monstruos de bajo nivel respecto al tuyo y no puedes participar en la FATE, hay una opción para reducir tu experiencia durante unos minutos y así poder entrar y ayudar al resto de jugadores.

Conclusión

Nada tiene que ver 'A Realm Reborn' con el 'Final Fantasy XIV' que conocimos hace unos años. Square Enix ha hecho un trabajo encomiable y ha presentado un título que es firme candidato al trono de los MMO. A pesar de que aún quedan muchas funciones por implementar y en las que la compañía nipona está trabajando, como el PvP, lo cierto es que recorrer el mundo de Eorzea es una auténtica delicia y un ejercicio de nostalgia si además eres fan de la saga de rol.

El idioma siempre es un elemento que impide disfrutar de un título, pero son muchas las características positivas que hacen que lo pasemos por alto. Por otro lado, tenemos las cuotas mensuales que, en función del tiempo que compremos (seis meses, trimestre o solo un mes) oscilan entre los 10,99 euros y los 12,99 euros. Sinceramente, merece la pena pagar por jugar, al menos por probarlo. Teniendo en cuenta que muchos de los títulos actuales para consola pueden terminarse en una semana y cuestan 60 euros, puede verse de la siguiente manera: Por esos mismos 60 euros nos llevamos 'A Realm Reborn' y una suscripción para jugar unos tres meses, tiempo suficiente para disfrutar de esta gran experiencia que, por otro lado, no tiene fin.

Todas las imágenes del análisis han sido tomadas directamente del juego en su versión de PC.