Impresiones
FIFA muestra sus armas
Analizamos punto por punto la demostración ya disponible de 'FIFA 15', la nueva entrega del simulador del deporte rey que llegará tan solo dentro de unos días al mercado
Vamos a comenzar nuestras impresiones por las que, quizás, sean las versiones que menos expectación tienen alrededor: las de Xbox 360 y PlayStation 3. Y es que ya es casi tradición anual que, para estas fechas, aparezca la demostración de estas versiones como preludio de lo que está por llegar. Y la sensación siempre es la misma: parece que haya pocos cambios, que sea el mismo juego que el año anterior. Pero cuando nos acostumbramos a él y volvemos a los anteriores, nos percatamos que en Electronic Arts siempre van dando pasos adelante en algún sentido y a distintas velocidades. El siguiente 'FIFA' siempre es mejor que el anterior.
Una sensación similar nos ofrece esta demostración en las ya viejas consolas de Sony y Microsoft. Parece que nada ha cambiado, que el juego es el mismo que 'FIFA 14' con un par de retoques, pero nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que se mantienen las bases y el paso de un juego a otro es instintivo para el jugador habitual, será él mismo quien se percate de algunas mejoras importantes tanto en lo técnico como en lo jugable. En ese primer aspecto, se destacan unas mejores animaciones, que visualmente ofrecen unos jugadores de movimientos más realistas y menos robóticos. Todo es más suave, más fluido y cercano a la realidad, en el camino marcado por la anterior edición.
'FIFA' lleva ya algunos años haciendo inciso en el motor de colisiones, y este año se vuelve a hacer un esfuerzo en ese sentido. Veremos más movimientos creados para las pugnas por el balón o por los choques entre los distintos jugadores, ya sea para provocar falta o para recrear los típicos lances del juego que tienen lugar en un partido. No es que haya demasiadas novedades en la demo en este aspecto, que ya estaba bastante cuidado en la edición del pasado año, pero se agradecen las nuevas animaciones y la mejora aunque sea en pequeñas dosis. Ayuda al realismo e incluso abre nuevas vías en la jugabilidad.
En el plano jugable, se nota la mejor conducción del balón que se prometió desde Electronic Arts. Ahora será más fácil controlar el balón cuando estemos rodeados de rivales, con unos toques más precisos y que responden más fielmente a las órdenes enviadas desde el mando. El control ya no nos dejará vendido en esas ocasiones en las que esperamos la milésima ideal para enviar un pase entre líneas al delantero mientras evitamos que nos roben el balón los defensas, ya que no será tan habitual que un control salga largo y perdamos el balón. Fútbol precisión, más que nunca.
En definitiva, nos encontramos ante la típica entrega de 'FIFA' para PlayStation 3 y Xbox 360, con la cantidad de cambios que se puede esperar de la franquicia anual. Retoques a nivel técnico que no afectan a lo gráfico, pero sí a las animaciones, mientras que en lo jugable se depuran las sensaciones con el control del balón y también, en menor medida, en otros aspectos como la física del balón en chutes o pases o los movimientos de los porteros.
Es en la nueva generación donde se comienza a abrir brecha y a marcar en camino en las nuevas máquinas para 'FIFA', gracias especialmente al novedoso motor gráfico Ignite. Un motor que se presentó como punta de lanza de estas versiones de nueva generación, capaz de ofrecer (supuestamente) unos gráficos punteros y ser capaz de aunar un sinfín de mejoras y novedades en todos los sentidos. De momento, parece que Electronic Arts comienza a explotarlo, pero siempre lentamente y demostrando que no es más que la punta del iceberg.
Entre las mejoras más notables que ofrece dicho engine encontramos el desgaste de la hierba, una de las novedades más anunciadas de esta entrega. Y es que a lo largo del partido iremos viendo cómo se desgasta el tapete de juego, que se inicia con un aspecto casi impoluto (depende también bastante del campo y las condiciones climatológicas) y termina mostrando algunos claros típicos de los pases, los chutes y el desgaste en general. Incluso si nos fijamos durante las repeticiones, podremos ver cómo la hierba sale disparada en tiempo real durante algunos golpeos de balón.
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