Análisis FIFA 13

Pequeños detalles con importancia

 Cuando alcanzas el notable nivel conseguido por la saga 'FIFA' en los últimos años, cuando mejoras todos tus apartados hasta convertir tu juego en un referente, cualquier detalle añadido suma. Esta nueva entrega, como os habréis percatado en este análisis, no cuenta con grandes cambios, pero se han añadido ciertas mejoras muy concretas que depuran la experiencia y lo convierten en algo sensiblemente mejor que lo que ya había.

Por ejemplo, ha habido cambios en cuanto a los comentarios en varios frentes. En primer lugar, se ha añadido un comentarista a pie de campo que hablará sobre los jugadores tocados o lesionados durante el partido. Se trata de un extra interesante, que aporta realismo, aunque pocas veces lo escucharemos hablar. Parece, sin embargo, que EA Sports ha querido darle más protagonismo del que requeriría, y nuestros jugadores sufrirán tirones o pequeños golpes demasiado a menudo, y a veces sin tener rivales encima. ¿Realista? En parte: estas cosas suceden en el fútbol, aunque no con tanta frecuencia.

La inclusión de los retos es todo un acierto

Otro avance en el tema de comentarios son las actualizaciones esporádicas que recibirá el juego en relación a los resultados que se den en el mundo real. Dependiendo de estos hechos, Manolo Lama y Paco González harán comentarios personalizados que harán referencia a estos partidos y resultados que se acaban de suceder. Es algo muy de agradecer, que unido al hecho de que en el Modo Carrera comenten nuestra situación en liga y nuestras últimas rachas, hace que los comentarios ganen enteros. Eso sí, aún hay que retocar algunas cosas, como los silencios en algún momento del partido o la desgana en los goles y las oportunidades.

Antes hemos hablado de la física y sus altibajos. Tiene una parte negativa, pero lo bueno del nuevo tratamiento del balón es que dará lugar a situaciones imprevistas y reales, como que un jugador controle mal un balón y lo pierda o incluso que se le quede atrás durante una carrera. Eso tiene como resultado un partido algo más impredecible, aunque como comentábamos anteriormente, esa imprevisibilidad también muestra algunos momentos muy extraños. Aporta mucho a estos momentos imprevistos la libertad de pase, cada vez más dirigidos por nosotros y menos por la máquina.

En esta entrega será posible preparar algunas estrategias para momentos concretos. Podremos preparar tácticas para todo tipo de jugadas, tanto en ataque como en defensa. El problema es que, por ejemplo, defender es un auténtico suplicio, y cuesta mucho encontrar tanto la táctica adecuada como la forma de jugar para evitar goleadas de escándalo. Los rivales, en niveles altos, correrán tanto o más que nosotros (incluso siendo rivales menores) y trenzarán jugadas de forma increíble, acabando casi siempre en un remate de cabeza que jamás podemos detener. Es un cambio que no se entiende con respecto a anteriores entregas, y al que cuesta horrores acostumbrarse. Pero, con práctica, será posible.