Análisis FIFA 11

(Ps3, 360)

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Página 2

Plataforma analizada: PS3
30/09/2010 15:00
Respecto a los jugadores existen dos novedades incluídas en el Personality + que afectan al aspecto visual. Por una parte la introducción de nuevos modelos corporales permiten reflejar distintas fisionomías de los jugadores más reconocibles de una forma más realista, por ello los Messi, Busquets, Benzema o Pique los situaremos en el campo desde lejos sin problemas y sus distintas envergaduras le darán un punto más fiel tanto al jugar como en las distintas cinemáticas que se sucedan a lo largo del partido.

En cuanto a la representación de las caras no estamos tan satisfechos con el resultado conseguido, ya que si bien algunos rostros famosos se han llevado un paso más allá y lucen realmente bien, otros siguen manteniendo un parecido cuestionable, y es algo que se podría llegar a entender en algunas ligas menores o equipos más modestos, pero que suceda en plantillas habituales de Champions tiene más delito. Un ejemplo: Kaká, Benzema o Higuaín parecen reales, en cambio Marcelo, Canales o Pedro León sólo se parecen a sus homónimos en el blanco de los ojos, y si cogemos a un Valencia o un Sevilla ya ni os cuento...

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En este sentido y tras anunciar el trabajo con el modelado facial durante la promoción del juego hemos quedado algo decepcionados y todavía en este aspecto sigue ganando su gran rival, Pro Evolution Soccer. Eso sí, por fin las equipaciones de los equipos se han respetado al 100% y los dorsales y nombres de los equipos son iguales a los licenciados, igual es una tontería, pero la suma de muchas tonterías al final construyen una gran continuación.

Otra mejora heredada del juego del Mundial ha sido darle más importancia a las escenas cinemáticas, sin llegar a mostrar la parafernalia de Sudáfrica con el público, se han centrado en mostrar al inicio del partido las plantillas alineadas dándose la mano, planos del árbitro... se agradece la novedad. Durante los cambios, en lugar de ofrecer un plano del campo mientras el juego cargaba, la cámara se sitúa siguiendo de cerca a algún jugador mientras se muestran sus estadísticas (porcentaje de pases acertados, distancia en metros recorrida...). Además ese tiempo de espera se sigue optimizando, al igual que el de la carga del partido mientras damos unos toques al balón en el campo de entrenamiento.

No es el único momento donde se ofrecen estadísticas, a lo largo del partido bajo el marcador el juego nos ofrece datos generales de posesión o comparativas entre jugadores de posiciones similares (por ejemplo el porcentaje de acierto de los dos mediapuntas de los equipos), así como marcadores de otros partidos si estamos jugando cualquier torneo.

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Por desgracia en las cinemáticas el framerate sigue mostrando algunos bajones y también nos tenemos que despedir de los planos de los entrenadores (se entiende, son demasiados equipos y mucho trabajo, aunque no estaría mal representar algunos de los equipos más importantes) y de la aparición del banquillo, otro que vuelve al ostracismo después de dejarse ver por tierras africanas. Lástima.

Hablemos ahora de los menús. En este caso hay partes continuístas con ligeros retoques en las fuentes y otras que se han adaptado a lo que funcionó durante el Mundial. Durante la temporada podremos seguir un calendario de eventos donde se integran noticias, resultados y clasificación de una forma clara y más atractiva gracias entre otras cosas a los colores utilizados, coincidentes con los del equipo elegido.

Toca ahora aplaudir... ¿por qué? Porque hablamos de las animaciones, y cuando pensábamos que Fifa 10 sería difícil de superar llega esta temporada con un par de fichajes que lo convierten en el apartado imbatible. La cantidad de movimientos que podemos ver sobre el cesped quitan el hipo, ya no sólo al ver cómo dos, tres o cuatro jugadores luchan con los brazos, el hombro o la cadera por ganar una posición (y nada de animaciones predefinidas, depende de la fuerza, la dirección y la habilidad de ambos jugadores) mientras otro puede estar quejándose al árbitro de una falta anterior y un delantero apunta con el dedo un pase claro que le deje sólo frente al meta. Ver un partido de Fifa 11 es ver a 22 personajes en movimiento, y casi siempre con movimientos lógicos.

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Pero lo que más llama la atención de las animaciones, y es algo que se venía pidiendo y de lo poco que pueden presumir los jugadores de PES, es la personalización de los movimientos para según qué jugadores. De nuevo se dejará notar en los más famosos, pero sin duda es una delicia ver a Puyol metiendo la pierna para cortar el esférico, a Xavi dando su famosa media vuelta para distribuir el balón o a Forlán y su ágil zancada preparándose para fusilar desde lejos. Una gozada.

También se ha variado en parte la celebración de los goles, desterrando la cámara con zoom dinámico que se acercaba y que probaron durante el Mundial, esta vez el jugador que marque verá cómo sus compañeros van hacia él para abrazarle y ya no será ese lobo solitario de antaño. Hay algo de clipping y la interacción se reduce a dos o tres, pero es un paso adelante y se agradece.

El gran trabajo con las animaciones y su suave transición (suave y ágil, cada vez más) se reafirma con una mejora en la física del balón en todos los niveles, especialmente tiros y pases altos, mucho más rápidos y realistas. Queda todavía trabajo, los tiros desde lejos, algunos cabezazos y los centros desde la banda han mejorado mucho, pero todavía hay trabajo por hacer en algunas voleas y en la fuerza de determinados golpeos de cabeza (aunque la animación es más contundente entrando desde atrás y ganándole la posición al defensa, logrando goles muy espectaculares). La física que más se ha trabajado corresponde a la lucha cuerpo a cuerpo, todo un abanico de variedad donde ya no será tan fácil irnos en velocidad con un jugador rápido y el juego en el centro será embarullado si no hilamos fino con los pases. La posición se luchará antes incluso de tocar el balón, con una carga podrán desviarnos de la trayectoria que seguimos hacia el esférico y los cambios de posesión serán constantes. Animaciones para cortar un pase "in extremis", despejar a la limón, para rematar con el exterior porque nos tapan un hueco o el portero cubre el primer palo... confundir lo que sucede en el cesped con una retransmisión real no será raro para los ojos menos habituados, y ese es un trabajo digno de aplaudir.

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Modos de juego

Si el menú de los últimos años viene cargado de buenos platos, la oferta se amplía con algunas novedades y la remodelación de otras ya existentes. La estrella sin duda es el modo en el que de buen seguro pasaremos más tiempo cuando no tengamos amigos cerca: El Modo Carrera, antes conocido como Manager que consta de 15 Temporadas y que se subdivide ahora en tres vertientes: Jugador, Entrenador y Jugador-Entrenador.

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9.2

Lo mejor

El nivel de simulación alcanzado, si ya era alto este año se supera.

Con Personality + por fín reconoceremos a las estrellas con sólo verlas moverse por el campo.

El manejo del portero y los partidos 11 vs 11, ha tardado en llegar pero lo ha hecho bien.

El Pro Passing nos obliga a esforzarnos por trenzar las jugadas y la satisfacción cuando lo conseguimos es grande.

La calidad y variedad de las animaciones y las transiciones entre ellas sigue siendo muy superior a su rival.

Lo peor

Quizás demasiado exigente en niveles altos, en momentos se pierde la diversión por la frustración.

Las caras de muchos jugadores siguen lejos de parecerse, incluso en equipos grandes.

Las voleas y remates de cabeza todavía necesitan mejorar y ganar en contundencia.

Las opciones de edición siguen algo cojas respecto a PES, y más este año.

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