Análisis Fallout: New Vegas

Jugabilidad

Comentábamos que el juego es continuista en diversas líneas, y la jugabilidad no se salva. Los controles están miméticamente heredados de Fallout 3, sin absolutamente ningún cambio a destacar. El control funcionaba a la perfección para este tipo de rol de acción en el anterior título, y vuelve a demostrar sus virtudes en Fallout: New Vegas. ¿Para qué tocar algo que funciona? Estamos enfrente de cómo sabéis mezcla acción y rol al estilo de los RPG occidentales de la última década. Un juego de estas características requiere un control que permita dominar la acción pero sin convertirse en un shooter genérico, de cara a que las opciones roleras del título tengan una salida.

Nos volveremos a encontrar con unas de las novedades que ya incorporó Fallout 3, el sistema V.A.T.S. Este aumenta el nivel de estrategia en el combate en tiempo real, lo que nos permite apuntar a una cierta parte del cuerpo de un enemigo durante los combates. Cada parte del cuerpo está señalada con un porcentaje de posibilidades de acierto. Según que parte del cuerpo dañemos el enemigo perderá unas facultades u otras. Por este motivo debemos ser inteligentes a la hora de utilizar este sistema. Por ejemplo, si dañamos la pierna de nuestro rival, este no podrá caminar para dañarnos. Incluso en algunas ocasiones nuestros rivales llegan a retirarse de la batalla cuando se encuentran muy dañados.

El sistema V.A.T.S fue un boom en estrategias de combate que Obsidian ha mantenido sin añadir novedades. Pero el sistema V.A.T.S no es la única herencia que han tomado de Fallout 3. Para definir las características de nuestro personaje nos volveremos a basar en el S.P.E.C.I.A.L, que agrupa las habilidades en una serie de subgrupos que podemos personalizar según nos plazca cada vez que subamos de nivel. El resultado final no dista mucho de lo que podemos ver en cualquier juego de rol, pero es una buena manera de facilitarnos la tarea de mejorar nuestro personaje.

Como cabe esperar, el juego cuenta con varios niveles de dificultad para que cualquier jugador pueda disfrutar de la experiencia que nos ofrece el título. Pero podemos encontrar una novedad en la saga como por ejemplo la inclusión de un Modo Hardcore. Este sistema, que podemos activar o desactivar a nuestro gusto, nos permite gozar de un reto mayor para los jugadores avanzados. Activándolo, tendremos que comer y beber frecuentemente para no deshidratarnos, controlar el peso de la munición que cargamos y gozar de unos combates mucho más complicados contra los enemigos, entre otras variables. El juego tiene un alto nivel de exploración, ya que nos propone viajar por o largo y ancho del mapa para realizar todas las misiones que nos proponen. Sin duda es gratificante viajar por el yermo de Mojave, aunque la falta de variedad de las misiones puede causarnos una sensación de cansancio y repetición en ciertos puntos del videojuego.

Es preciso destacar la gran cantidad de armas que se nos ofrece en este título, siendo gran parte de ellas personalizables. Para mejorar las armas, tendremos que comprar las piezas necesarias y buscar un banco de trabajo para montar dichas mejorar, un sistema que nos recuerda a la saga Knights of the Old Republic, donde también participó Obsidian.

Para hacer hincapié en otra de las novedades, el título nos ofrece la posibilidad de jugar unas partidas a diversos juegos de casino, como no podía ser de otra manera en el lugar en el cual se sitúa. Nos jugaremos nuestras chapas con otros personajes e intentaremos vencer en estos divertidos minijuegos, bien implementados y que suponen un descanso en nuestra aventura. Jugablemente es un título irreprochable pero que se vuelve a aprovechar en exceso del trabajo de Bethesda Softworks. Tremendamente conservador en este apartado, tampoco podremos notar la mano de la nueva desarrolladora.