Análisis Fallout: New Vegas

Gráficos

Vamos a hablar de un aspecto polémico del título, pues las diferencias con Fallout 3 son apenas apreciables e incluso en algunos aspectos parece que hayan ido a menos. El aspecto gráfico del título recae nuevamente en el motor Gamebryo, el usado por Bethesda para nuestro anterior viaje por el yermo. La ambientación se ha cambiado y es lo único que distingue un título del otro; el resto es exactamente una calca de lo que ya pudimos ver.

Las texturas de Fallout: New Vegas rozan un buen nivel en los escenarios, sobre todo en exteriores, pero de desploma bastante cuando nos fijamos en los personajes. Como viene siendo una constante en todos los juegos basados en Gamebryo, nos encontramos con modelados generalmente pobres y faltos de detalle, que comparando con otros títulos punteros del momento quedan algo por debajo. No es que sea calamitoso, pero sin duda es mejorable. El modelado de las criaturas que encontraremos es algo mejor, sin ser desde luego destacable. Otra cosa es hablar de los escenarios, donde el vasto territorio al aire libre está más detallado aún de lo que pudimos ver en Fallout 3, con un diseño realmente bueno y un texturizado envidiable para otros juegos de acción libre. Es increíble lo bien que el juego soporta la casi infinita visión que tenemos de un yermo muy bien representado, y que se presenta ante nuestros ojos no solo con un diseño espectacular y muy realista, sino además sin excesivas ralentizaciones (que las hay). Un lujo. Los interiores también están muy bien ambientados y diseñados, si bien al pasar por ellos a oscuras no podremos apreciar toda su belleza. Y es que la luz es otro de los elementos importantes del título. La iluminación de nuestro Pipboy no es realista, pero no deja de ser un elemento de la tétrica ambientación, ya que en los edificios nos rodeará la oscuridad y la tenue luz verde será nuestra única guía por estos parajes. El exterior es una cosa muy diferente, con una buena iluminación natural, aunque los cambios de luz no son tan fluidos como en otros juegos con ciclo horario.

Fallout: New Vegas retoma en exceso, como comentábamos, el aspecto gráfico de su antecesor. Esto incluye muchísimas virtudes, pero también algunos defectos que vienen adoleciendo a los juegos de Bethesda desde hace muchos años, y que Obsidian ha heredado innecesariamente. El gran ejemplo son las animaciones, que vuelven a ser toscas y robóticas, y esto engloba tanto a nuestro personaje como al resto de NPC, incluyendo los enemigos. Si bien es cierto que se han matizado algunas de ellas, como por ejemplo la de saltar, sigue siendo una asignatura pendiente de la saga. La ambientación ha variado en algunos aspectos para encajar bien en la nueva localización, menos afectada por el cataclismo nuclear que Yermo Capital. Por ello nos encontraremos con un territorio más poblado, con más vegetación e infraestructuras más completas. Además, el cielo será más azul, y todo en genera será más agradable que en Fallout 3. Nos toparemos más frecuentemente con ciudades y grandes pueblos, casi intactos o en proceso de reconstrucción, que compondrán un espectacular elemento distanciador de la anterior entrega.

Cabe destacar que se ha tratado de insertar en el título nuevos modelos de enemigos con diseños diferentes, aunque también se han heredado otros de Fallout 3. Estos no tienen un diseño tan genial como el anterior título, aunque se agradece que tras imitar el aspecto técnico se trate de variar por otro lado. Eso sí, la inteligencia artificial seguirá siendo de risa, y prácticamente siempre la estrategia de nuestros rivales será optar por un ataque frontal o por atacarnos desprotegidos.

Nos faltan algunos efectos climatológicos como lluvia o viento, que en Fallout: New Vegas no existen como tampoco lo hacían en Fallout 3. De hecho, ni tan siquiera veremos cielos nublados. La falta de elementos tan simples como estos, unidos a otros de similar calaña, contrastan con la magnitud de los escenarios y la excelencia técnica de la que hace alarde el título en otros aspectos. Digamos que Obsidian ha creado un título con contrastes a nivel técnico, lo que priva al juego de estar en el altar de los mejores en este punto. Demasiado continuista para haber salido al mercado dos años después.