Análisis Evolve

La comunicación es la clave

Hemos hablado de forma extensa sobre los modos y por supuesto sus protagonistas: las clases y las bestias; pero ¿Cómo funciona todo en la práctica? Han sido muchas, muchísimas las partidas que hemos jugado a ‘Evolve’ y en todas ellas se ha llegado a una conclusión: la comunicación es vital. Es absolutamente imprescindible si jugamos como cazadores que estemos de forma constante indicando al equipo cual será nuestro siguiente movimiento, quién necesita curación, si debemos replegar o no el grupo, entre otras tareas. Para que os hagáis una idea, que la clase Trampero lance la cúpula dos segundos antes de lo necesario para atrapar a la bestia puede hacer que la balanza se decante a nuestro favor o todo lo contrario. Posiblemente ‘Evolve’ lleva a un nuevo punto los denominados juegos cooperativos, la experiencia es fantástica una vez hay coordinación con el equipo, gratificante. Pero por desgracia no todos los usuarios disponen de un grupo de amigos completo para jugar, por lo que serán también comunes las situaciones en las que el matchmaking nos asocie con jugadores de otros países. Y sí, puede que un inglés sepa manejar a la perfección el Médico, un francés al Apoyo y un alemán al Asalto; pero si no hay comunicación entre ellos la partida puede ser un auténtico desastre pues como dijimos anteriormente la bestia depende de sí misma. Llegados a este punto no bastará con dedicarnos a seguir la espalda de nuestros compañeros, hay que hablar, dar órdenes pero también recibirlas, y sin éstas directrices y coordinación ‘Evolve’ pierde parte de su gracia.

Durante las largas sesiones de juego hemos presenciado todo tipo de partidas. Generalmente en compañía y al estar en contacto con tu grupo el juego suele fluir por sí solo. Cada jugador sabe qué tiene que hacer pero también indicar a otros funciones, por no hablar de que durante los primeros minutos del juego no deambularemos a ciegas por los escenarios dando lugar a que la bestia evolucione antes. Por el contrario, si en nuestro equipo no nos relacionamos con el resto de usuarios o hablamos con ellos ‘Evolve’ se convertirá en gran medida en un “pilla-pilla”. El monstruo vagabundeará por el mapa eliminando a la fauna hasta evolucionar y cada uno de los jugadores acabará desperdigado por el mapa o siguiendo al cabecilla sin un punto fijo. Mención especial para los enfrentamientos con la propia bestia y en los que muchas veces se olvidan que el Médico es la pieza clave sobre el tablero a proteger, siendo éste el primero en caer.

Por supuesto todos estos detalles no harán falta si nos metemos en la experiencia en solitario. En el papel de cazador, el resto de personajes quedarán en manos de la IA y si bien cumplen con las funciones básicas, no está a la altura de ofrecer la misma respuesta que cuando jugamos con amigos o inclusive desconocidos, siendo común que en los más altos niveles de dificultad la bestia acabe con el equipo con relativa facilidad. El jugador podrá alternar en uno y otro cazador, elevando un escalón más la complejidad de la partida pues deberá estar pendiente más a menudo de todo el grupo.

Un shooter diferente

‘Evolve’ no es un shooter al uso. Vaya por delante que una vez delante de la bestia o de los cazadores el juego se vuelve un título de acción, pero con matices. Elementos recogidos de géneros tan distintos como el MOBA por ejemplo y por supuesto la estrategia a la hora de utilizar las habilidades hacen que la obra de Turtle Rock Studios vaya un paso más allá del convencional juego de disparos.

La bestia no será el único personaje que tenga que estar atento a la fauna que habita en el escenario, de hecho los jugadores en el rol de cazador también deberán tener presente a todo lo que vive en el mapa de turno. Desde plantas carnívoras, monstruos que se equiparan en tamaño a la bestia entre otras razas pueblan los niveles con el fin de dificultarnos la tarea de cazar. No solo tendremos que ver en este tipo de bestiario una piedra que quitarnos del camino, sino también la estrategia de conseguir en ellos habilidades durante un tiempo limitado. Si acabamos con algunos de los enemigos más grandes que viven en la zona lograremos desbloquear por ejemplo durante unos minutos una mayor capacidad del jetpack; además de por supuesto erradicar alimento para la bestia, algo fundamental si queremos conseguir que ésta no alcance la fase 3.

Como decíamos líneas atrás, la estrategia es clave independientemente del papel que interpretemos. Tomando elementos del género MOBA,  con el clásico “tira y afloja” tan habitual en este tipo de títulos, las primeras fases de la partida servirán de tanteo a uno y otro bando: conocer si la bestia sabe moverse o si por ejemplo los jugadores han aprendido a manejar sus clases ya sea defendiendo al Médico, el Trampero usando las tácticas de turno o el Asalto desplazándose por el escenario en busca de la mejor posición para hacer daño al monstruo.

Si además le añadimos la verticalidad de los escenarios, aprovechable tanto para bestia como cazadores y las equilibradas habilidades de ambas facetas, obtenemos un título que se sale de la norma en lo que a planteamiento se refiere de cara tanto a los shooters como la modalidad cooperativa.