Europa sale rentable

No vamos a negar que cuando Sony anunció cómo iba a estructurar el lanzamiento de PlayStation 4 a nivel mundial, nos sorprendió bastante, aunque fuera para bien. Que una compañía japonesa dedicada principalmente al hardware decida sacar su nueva consola en Europa antes que en su propia tierra no podía dejar de sorprendernos. Vale, su estrategia era "primero a por Occidente" y nosotros nos englobamos ahí por estar un poco en medio, no lo vamos a negar. Pero estamos tan poco acostumbrados a ser bien tratados por las compañías niponas que nos pareció inaudito. No es la primera vez que ocurre, aunque a este nivel prácticamente podríamos decir que sí.

"La consola de Sony ha superado los cinco millones este mes, prácticamente doblando a su rival directa"

La pregunta que nos hacíamos muchos es qué quería conseguir Sony con este movimiento. Primero Estados Unidos, pocos días después Europa, y meses más tarde Japón. ¿A dónde querían llegar? Y en cualquier caso, ¿les iba a salir bien la jugada? Meses después ya podemos juzgar en parte esta decisión, aunque a toro pasado es bastante más fácil. Sony ha anunciado que las ventas de la consola han superado los cinco millones este mes, prácticamente doblando a su rival directa Xbox One y acercándose muy peligrosamente a Wii U, quien lleva más de un año en el mercado. Está claro: este movimiento les ha salido de perlas y su nueva consola pinta increíblemente bien a nivel comercial.

En realidad, si nos paramos a pensarlo fríamente, es una decisión con mucho sentido que no se ha llevado a cabo antes más por costumbre que por el análisis certero que se pueda realizar con los números en la mano. Europa no solo tiene más habitantes que Japón, sino que tiene una cultura jugona que poco a poco empieza a equipararse a la del país del Sol Naciente. Antes quizás no, pero ahora hasta el más pintado tiene alguna consola en su haber y disfruta de sus videojuegos favoritos. Las altas ventas de consolas y videojuegos en Europa hablan muy bien a la industria sobre el Viejo Continente. Poco a poco, se sitúa en el punto de mira de las empresas.

PlayStation 4 se lanzó primero en EEUU y pocos días después en Europa; meses después, Japón va a recibirla en sus tiendas

Sony simplemente ha decidido centrarse en los territorios más fáciles comercialmente hablando: Norteamérica y Europa. En el caso norteamericano sí que hay ciertas particularidades a las que dar respuesta, pero el europeo es, posiblemente, el mercado más equitativo e imparcial en este sector. Han surtido estos primeros meses de la consola con títulos de corte occidental claramente, pero saben que en Europa también hay devoción por lo nipón, y cuando toque abordar el lejano Oriente saben que aquí van a tener negocio. Es el territorio más fácil de llevar, y parece que se están dando cuenta, aunque sea tarde.

"Europa ama u odia en función de los tiempos, y en función del trato recibido"

Hasta ahora, ese carácter dócil del jugador europeo había jugado en su contra. Las compañías hacían cábalas para encontrar la fórmula y conquistar Norteamérica, o incluso se rebanaban los sesos haciendo el más difícil todavía en Japón. Microsoft, por ejemplo, se ha dejado el alma tratando de encontrar su hueco en tierras japonesas, con descuentos exclusivos y desarrollos pensados específicamente para ese mercado. ¿Y para qué? Xbox es y será una marca ignorada en el cerril mercado nipón de los videojuegos por los siglos de los siglos, y el balance de ventas allí entre una u otra compañía cambia poco de una generación a otra. Europa ama u odia en función de los tiempos, y en función del trato recibido. Lo que pasa que este trato es normalmente no demasiado bueno, y nos hemos acostumbrado a ello.

¿Os acordáis de la época en la que la gran mayoría de los juegos no llegaban a Europa, o si lo hacían era sin localizar a los idiomas correspondientes? Aunque son casos que aún hoy en día suceden, poco a poco el mercado europeo consigue la relevancia merecida. Quién sabe si, tras la táctica de Sony con PlayStation 4, los europeos podremos vengarnos de aquellas afrentas. Quizás el resto de compañías niponas (y americanas también, ya que estamos) comiencen a ver la imparcialidad de este mercado, y comiencen a apostar por élcon fuerza, dejando de ser el tercero en discordia, el pellejo sobrante por el que apenas hay que luchar. Quizás vean el diamante en bruto que alguna de ellas podría explotar y, con ello, tomar ventaja sobre la competencia. Todas se juegan a cara de perro el mercado norteamericano y japonés, ¿por qué no centrarse en el europeo, que tan poco parece importar a veces?

En la foto, James Amstrong, vicepresidente senior de la compañía en el sur de Europa

Si una compañía, como Sony en este caso, apuesta por Europa antes que por alguno de los otros mercados mayoritarios, se ha demostrado que la gesta puede salir bien. Sí, no lo neguemos, también hay particularidades: muchas naciones con idiomas y leyes diferentes, conexiones de baja velocidad y otras tantas características que las empresas deben estudiar. Pero los datos de ventas no engañan: en Europa se consumen videojuegos de forma masiva, con un gusto variado tanto en género como en la tan esgrimida diferencia entre casuales y hardcore gamers. Las ventas de PlayStation 4 indican que Europa sale rentable a las empresas, y sin pedir demasiado a cambio. Como mucho, un poco de cariño de vez en cuando.