Análisis El Testamento de Sherlock Holmes

(Ps3, 360, Pc)

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Plataforma analizada: PC
15/10/2012 00:05

Dada la enorme cantidad de elementos en cada escenario esperando a ser examinados y con el fin de que no nos dejemos ni uno, dispondremos de un pequeño sistema de ayudas. Con sólo pulsar un botón, podremos descubrir alguno de los objetos todavía no examinados de la zona que nos rodea, mediante la aparición de un icono con forma de lupa sobre su posición. El doctor Watson, en teoría, también estará a nuestro lado para ofrecernos su ayuda y consejo en caso que no sepamos cómo continuar, aunque en la práctica la información que obtendremos de él será escasa e inútil, dando la impresión de que este apartado del juego ha quedado a medias o que incluso padece de algún tipo de error de diseño.

El Testamento de Sherlock Holmes

En cualquier caso, una vez recopilada toda la información posible será común enfrentarnos a un árbol de deducción, otro de los aspectos que más diferencian las aventuras de Sherlock Holmes de otros títulos de corte similar. En estos rompecabezas, deberemos asociar una posible explicación -de entre tres opciones posibles- a las distintas observaciones y elementos del caso. A medida que sean correctamente explicados, varios de estos hechos irán entrelazándose y dando lugar a nuevos interrogantes y posibles respuestas, hasta completar finalmente una deducción en firme que nos permita proseguir nuestro avance.

Un añadido bastante logrado, tanto por la sensación de variedad que aporta como por el hecho de no haberse abusado de él en exceso, aunque se hace inevitable echar en falta la posibilidad de llegar a conclusiones erróneas y que éstas afectaran de algún modo al desarrollo de la trama. Incluir algún tipo de secuencia adicional para enmendar el error o una ruta alternativa para proseguir la investigación son sólo algunas formas en que se podría haber logrado un mayor aprovechamiento de estos rompecabezas deductivos y al mismo tiempo añadir algo de valor rejugable, pero los chicos de Frogwares no parecen haber llegado a las mismas conslusiones.

Igualmente poco aprovechados se antojan los diálogos, muy mecanizados en su conjunto y con escasa repercusión en nuestros avances. A diferencia de lo que sucede en otros juegos de corte similar o por encima de todo en 'L.A. Noire', un juego con el que pese a tener un planteamiento distinto es inevitable establecer comparaciones, las conversaciones tienen aquí muy poco peso y siguen pautas marcadas de las que es difícil salir por la escasez de opciones y posibles respuestas.

El Testamento de Sherlock Holmes

Los numerosos puzles a los que haremos frente durante nuestro periplo londinense, en cambio, son arena de otro costal, dejando patente un gran esfuerzo tanto en su diseño como en su complejidad. Tal y como manda el estilo Sherlock Holmes, la lógica pura y dura será lo único estrictamente necesario para ser capaz de resolverlos, mientras que la manipulación y combinación de objetos se antoja también totalmente coherente. Algo que, la verdad sea dicha, es de agradecer de vez en cuando, más teniendo en cuenta la frustrante absurdidad de la que llegan a hacer gala muchas aventuras gráficas.

A modo de unos pocos ejemplos, Sherlock Holmes y Watson deberán enfrentarse a elementos típicos como desafíos numéricos o rompecabezas basados en el movimiento de piezas, pero también a otros mucho más originales como la deducción de claves mediante la observación meticulosa de fotografías y documentos, la reconstrucción de los hechos acontecidos en una habitación mediante la observación de los objetos presentes en su interior o incluso la correcta creación de una figura de origami... ¡Sin instrucciones!

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7.5

Lo mejor

Su cuidada historia, con un Holmes más oscuro de lo habitual

Gran ambientación y diseño de entornos

Desafíos variados, bien diseñados y sobretodo lógicos

Tanto la dificultad como la duración son bastante acertadas

Lo peor

Algunos puzles mal planteados pueden llegar a frustrar

Las animaciones son un completo despropósito

El control, algo peor de lo que cabía esperar

El carácter de Watson y la sección del perro de Holmes: un duelo a muerte por el premio a lo insufrible

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