Este año, si nada falla por el camino, Bioware volverá a la carga para ofrecer a sus usuarios una nueva entrega de la serie Dragon Age para consolas de octava generación y PC. Con el nombre de Dragon Age: Inquisition, los poseedores de un PC, PlayStation 4 o One, podrán aventurarse en una fantástica aventura RPG por tierras medievales donde la magia, criaturas míticas, a la par que peligrosas, son sus principales ingredientes. Una obra que ha tenido que sufrir un retraso obligado para mejorar sus prestaciones de cara a ofrecer un producto redondo por supuesto.
Siempre es doloroso ver como los títulos más esperados sufren esta serie de inconvenientes. Algunos por contrato, otros por necesidad, otros por no coincidir con, etc,. El caso de 'Dragon Age: Inquisition' es por necesidad. El título no iba a estar previsto para la fecha inicial y Bioware decidión retrasarlo para pulirlo lo máximo posible. Por supuesto, un retraso tiene muchos beneficios, ya sea en contenido o mejoras gráficas, siempre tiene su parte positiva y así lo hace saber Cameron Lee, productor del título.
El alcance de lo que puedes dar al jugador es muy importante en términos de lo mucho que pueden disfrutar y meterse en el mundo, por lo que será capaz de hacer más de esto con el tiempo que tenemos. Pero la otra cosa que utilizas en momentos como este del desarrollo es sólo para perfeccionar y pulir mucho más. Teniendo algo desde un 90 hasta 95 por ciento es increíblemente difícil y se requiere mucho tiempo, concentración y energía para hacerlo.
Así que este tiempo adicional nos permitirá hacer incluso más de lo que hubiéramos hecho anteriormente, junto con la incorporación de razas jugables. Y las razas jugables se han ampliado adquiriendo un gran impacto sobre el desarrollo del juego. Fusiona y mezcla a lo largo de toda la historia y todas las partes secundarias, también con grabaciones y cosas así.
Finales de 2014 se postula comola fecha de lanzamiento de la tercera entrega de la saga. Para su creación, Bioware ha optado por usar el motor creado por DICE, el Frostbite Engine. Electronic Arts usará este motor para las creaciones de gran envergadura para así ofrecer juegos de una factura técnica a la altura de las exigencias.





