Análisis Dynasty Warriors 8 - Xtreme Legends Complete Edition

A pesar de que en Europa no hay tanto fieles como en territorio nipón, la franquicia ‘Dynasty Warriors’ se ha ganado a muchos adeptos entrega tras entrega, tanto, que en nuestro país ya contamos con más de ocho títulos a la venta en nuestro mercado.

Esta vez tenemos entre nuestras manos una versión mejorada de la octava entrega que ofrece algunos nuevos añadidos así como el uso de una pequeña parte del potencial de PlayStation 4 para hacerle un juego a la altura de la nueva generación. 

Muchos amantes de la serie seguramente esperarán a la novena entrega, pero de momento, esta revisión será un pequeño tentempié hasta que Omega Force se atreva con el potencial de las nuevas videoconsolas del mercado. Mientras esperamos ese momento, vamos con el análisis de la revisión del videojuego ‘Dynasty Warriors 8’ para PlayStation 4 y PlayStation Vita. 

China te reclama

La historia de ‘Dynasty Warriors 8’ nos lleva hasta la época de los Tres Reinos (184-200 d.C.), momento en el que diferentes facciones militares luchan para hacerse con el control total del país. Con más de 70 personajes jugables, la nueva entrega de la conocida saga de Tecmo Koei recrea aquellos momentos bélicos utilizando ese toque fantástico con viejos y nuevos luchadores.

Llega la versión definitiva de ‘Dynasty Warriors 8’ a PlayStation 4 por primera vez

En comparación con el juego original, ‘Dynasty Warriors 8: Xtreme Legends Complete Edition’ refleja esencialmente cambios en los modos de juego; es decir, a los tres originales de ‘Dynasty Warriors 8’ (Story, Ambition y Free Mode) se suma uno extra llamado Challenge mode, que nos invita a luchar en cinco escenarios tratando de buscar la máxima puntuación posible en combate.

Pese a las novedades mencionadas, en general el videojuego sigue siendo demasiado limitado, con un sistema de lucha que se repite en cada entrega, y que llegado un momento,  se hace terriblemente monótono tras unas horas de juego, aunque se nutre como el resto de entregas de las peleas con muchísimos enemigos al mismo tiempo y las vibrantes batallas con los jefes finales, que le añaden un poco de espectacularidad a lo de machacar continuamente los botones.

Dentro del apartado jugable, el título original nos dejaba un nuevo ataque Musou dividido en tres barras de ataque especial y el llamado Hearth, Man, Heaven, una especie de mecánica de lucha al estilo piedra, papel y tijera, necesaria para derrotar a ciertos generales luchando según con qué tipo de arma de las dos que tenemos para elegir.

También habrá nuevos ataques especiales si entramos en estado Rage, un medidor que se va llena poco a poco y que se activa pulsando el stick derecho, consiguiendo que nuestro personaje sea más rápido, fuerte y letal con los ataques durante unos pocos segundos.

Tendremos cuatro campañas a nuestra disposición.

Acción pura y dura

Los modos de juego siguen siendo muy longevos; por ejemplo, el Modo Historia cuenta con cuatro campañas distintas, que son las de Wei, Wu, Shu y Jin. Cada campaña nos permite utilizar un personaje distinto a través de diferentes puntos de vista (¿Qué pasaría si…?) que se desbloquean realizando una serie de acciones en los escenarios originales. Durante la campaña podremos mejorar el armamento, seleccionar al comandante que nos acompañará en la batalla y personalizar a nuestros guerreros. Las campañas principales, por otro lado, podrán jugarse en modo cooperativo, ya sea a pantalla partida o en línea con otros jugadores del mundo.